El gobierno Iraní continúa con su cruzada en contra de las agrupaciones que osan tocar heavy metal en su territorio, y ahora le ha llegado el turno al conjunto de death metal Arsames, quienes podrían enfrentar una pena de hasta 15 años en prisión… por tocar música.
De acuerdo a lo informado por Metal Injection, los miembros de Arsames fueron arrestados el mes pasado acusados del delito de pertenecer a una banda de “metal satánico” y estar en contra del gobierno islámico. Actualmente, el quinteto se encuentra en libertad bajo fianza a la espera de su juicio.
La agrupación ha estado activa desde el 2002 a pesar de que tocar death metal en su país es una actividad ilegal. El gobierno reconoce al género como “música satánica”, la cual, está prohibida para sus habitantes. No obstante, Arsames ha logrado sobreponerse a la prohibición y han tocado en Turquía, Dubai y Armenia.
Esta no es la primera vez que una agrupación de metal es perseguida por el gobierno Iraní. En 2019, la banda de heavy metal Confess fue sentenciada a 14 años de prisión por La Corte Revolucionaria Islámica de Teherán por los delitos de blasfemia; publicidad contra el sistema; formar y dirigir una banda ilegal y un sello discográfico “con el estilo de música satánica de metal y rock”; escribir letras antirreligiosas, ateas, políticas y anarquistas; y realizar entrevistas con estaciones de radio extranjeras prohibidas. Además, su vocalista, Nikan Khosravi, fue condenado a 74 latigazos.
Ante la barbárica condena, dos miembros de la banda, Nikan Khosravi y Arash Ilkhani, solicitaron asilo político en Noruega. Su petición fue concedida sin riesgo de ser extraditados de vuelta a Irán.