Chino Moreno y compañía son responsables de miles de adolescencias felices

Texto: @christianxrojas

1993. Ví a Michael Jackson en el Estadio Azteca y uno de sus momentos más impresionantes fue la aparición de la exuberante guitarrista Jennifer Batten. En ese instante supe que el mundo al que pertenezco existe entre seis cuerdas. Crecí, mi papá me introdujo al virtuoso mundo de Metallica, Joe Satriani, B.B. King, Carlos Santana, Led Zeppelin, The Doors y muchos más. Cada minuto que escuchaba una guitarra sentía la necesidad de escuchar una más veloz. Así viví hasta 1998, cuando sólo tenía 15 años, casi 16, no sabía nada.

Muchos dicen que los adolescentes emprenden una desgastante búsqueda de identidad que puede durar años. La mía terminó en el momento que escuché dos golpes de batería. Qué irónico para un joven cuya pasión es la guitarra. “Tu pa” fue lo primero que escuche de una banda llamada Deftones. “El vocalista es una chingonería, es el Chino”, me dijo un buen amigo de la preparatoria que se apellida Broca, con él aprendí la necesidad de vivir con la música de altos voltajes en mis oídos. Ese momento, más que casual y catártico, fue una prueba gratis pero mi adicción la pagaré con mi alma entera hasta el día que esté seis pies bajo tierra. Inolvidable. Lo repito: “Tu pa”. Eran momentos en los que reinaban bandas como Korn y Limp Bizkit, bandas nu metal que tenían una caducidad de dos años. Los Deftones no, ellos evitaron el rock de estadios pero se aliaron con el tiempo, mismo que no los ha abandonado hasta el día de hoy.

Claro, antes llegó una piedra preciosa llamada Adrenaline, de donde brincan himnos como “Bored”, “Minus Blindfold”, “One Weak”, “Nosebleed”, “Lifter”, “Root”, “7 Words”, “Birthmark”, “Engine no. 9”, “Fireal / Swords” o “Fist”. Pero, ¿cómo se coronaría aquella distorsión tan disruptiva e innovadora de Stephen Carpenter con su guitarra? La respuesta está en ese juego de notas que le dan vida a “My Own Summer (Shove It)”, la primera canción del álbum Around the Fur, el mejor disco de los Deftones. Tal vez, este momento es como una catafixia: te quedas con él o te arriesgas y sigues con más. Los que apostamos, ganamos.

Hoy, hace 15 años, el segundo disco de Chino Moreno, Stephen Carpenter, Chi Cheng, Abe Cunningham y Frank Delgado llegó para cambiar el mundo del rock para siempre. Es un disco en el que se vale gritar con el estómago y que, con sus guitarras, bajo y batería, le hace el feo a las escuelas de música. Es un álbum que inspiró a millones de jóvenes a empezar con su propia banda y hacer lo que más les gusta sin pensar o esperar “un camino correcto”, pero el suyo. Es una obra de arte que tiene 11 canciones, pero todas se resumen en un simple, hermoso, bellísimo, fugaz, potente y dominante… “tu pa”.