Pocas bandas han construido una reputación tan poderosa con un catálogo tan breve como lo ha hecho Tool. Desde su formación en la febril escena de alt-metal de principios de los 90, el cuarteto ha conseguido editar tan sólo cinco álbumes de estudio y un EP; sin embargo, la calidad ha superado la cantidad en el caso del conjunto angelino liderado por el multifacético Maynard James Keenan.

No sólo su música sobrevivió a la desafiante década de los 90 y posteriores, sino que como banda se han mantenido unidos con un solo cambio en su alineación (el bajista Paul D’Amour por Justin Chancellor). Él, junto con el cantante Maynard James Keenan, el guitarrista Adam Jones y el baterista Danny Carey, han hecho giras constantes y han publicado álbumes de forma irregular durante más de tres décadas.

“No fue difícil para Tool conseguir un contrato”, confesó Keenan en el libro Louder Than Hell: The Definitive Oral History of Metal.

Éramos cuatro músicos enojados y con relativo talento, y conseguimos un contrato después de unos siete conciertos. Nirvana ayudó a abrir la puerta porque, después de su éxito, la mayoría de los músicos de la ciudad se perseguían la cola tratando de encontrar al próximo gran acto.

Al momento que Tool firmó, escribían canciones pesadas y propulsivas con ritmos sincopados y voces melódicas y dolorosas, sobre traumas infantiles y otros motivos angustiosos. Con el paso de las décadas, sin embargo; evolucionaron hasta convertirse en una de las bandas de hard rock/metal más evolucionadas, experimentales y psicodélicas que se han ganado el favor del público y siguen siendo uno de los grupos más evocadores, inventivos y -a veces frustrantemente- obsesivamente perfeccionistas del género.

Desde su debut de largo alcance en 1993 hasta el muy anticipado ‘Fear Inoculum’ del 2019; -tratamos- de clasificar la discografía de Tool del mejor al peor álbum.

Todos los discos de Tool ordenados del peor al mejor

5. Undertow (1993)

Publicado en 1993, ‘Undertow’ fue una llamativa introducción a la banda de Los Ángeles para aquellos quienes no habían escuchado ‘Opiate’ (su primer EP de 1992); y contenía dos de los sencillos más populares del grupo, “Prison Sex” y “Sober”. La mayoría de los cortes estaban estructurados de forma convencional y carecían de los adornos industriales y de los desafiantes compases que marcaron el trabajo posterior de Tool.

Para bien o para mal, fue el último álbum en el que tocó el bajista Paul D’Amour antes de ser sustituido por el más extemporáneo Justin Chancellor. Desde el punto de vista lírico ‘Undertow’ es, quizás, el álbum menos esclarecedor de Maynard James Keenan, pero es bastante catártico, y aborda con franqueza el abuso doméstico, el alcoholismo y la traición con vigor y veneno a partes iguales.

4. 10,000 Days (2006)

Otro álbum sobre transformación y evolución. ‘10.000 Days’ recibe su nombre del tiempo que tarda Saturno en completar un ciclo orbital (unos 29 años). Según Keenan, ese es el tiempo que tarda el ser humano en desarrollar la comprensión necesaria para adquirir perspectiva y reevaluar lo que es importante, desprenderse de los hábitos autodestructivos, y llegar a la iluminación.

‘10,000 Days’ es absolutamente masivo, denso y con múltiples capas como para ser analizado por los fans durante años. Composiciones arrolladoras y progresivas como “Vicarious”, “The Pot” y “Rosetta Stoned” son clásicos modernos, pero con casi 76 minutos a lo largo de 11 temas serpenteantes que incluyen múltiples interludios, a veces se pierde en su propia grandilocuencia.

3. Lateralus (2001)

Tool se lanzó de lleno al prog-rock con ‘Lateralus’, una obra extensa y de otro mundo llena de secuencias de Fibonacci y de cantos tibetanos. Ya no sólo se trataba de metal alternativo; sino de arte visionario, un hecho cimentado por la profunda colaboración del grupo con el pintor Alex Grey en las imágenes del álbum, los vídeos musicales y los visuales de la gira.

La banda utilizó la secuencia de Fibonacci como base para sus tempos cambiantes, y en lugar de unir canciones con segmentos dispares y experimentales, utilizaron instrumentales con eco y tribales para conectar las canciones de una manera mucho más lineal.

Utilizando compases matemáticos, arreglos prog-rock y atmósferas que hacen girar la cabeza, Tool creó un álbum magistralmente épico y artístico que fluye y refluye en volumen sin sacrificar la intensidad.

2. Fear Inoculum (2019)

Trece años de especulaciones, rumores y conjeturas rodearon el esperadísimo quinto álbum de Tool. La instrumentación es firme, nítida y pesada, y la voz de Maynard es suave y limpia. Todas las canciones duran lo esperado por los fanáticos: 10 minutos y más.

El último álbum de Tool es un viaje sombrío, visceral y majestuoso que personifica el sonido característico del grupo de prog-metal, pero en el que la banda se arriesga menos, artísticamente.

‘Fear Inoculum’ tiene una sensación familiar, con las voces de Keenan tejidas a lo largo de pistas monumentalmente largas pero satisfactorias, que se construyen gradualmente antes de recompensar al oyente con vértices bombásticos. Con efectos de sonido proporcionados por el arquitecto del dark ambient, Lustmord; cuatro de las 10 pistas del disco son instrumentales, haciendo alarde del talento individual de los músicos de Tool.

1. Ænima (1996)

Un punto de inflexión crítico para Tool. Su segundo esfuerzo de larga duración, ‘Aenima’, marcó no sólo la incorporación del imaginativo y artístico bajista Justin Chancellor, sino que también vio la voluntad de la banda de ir más allá de la estructura relativamente tradicional de su debut ‘Undertow’ y experimentar con técnicas más progresivas, industriales y líricas inventivas; mientras que la creación de canciones es catártica, cohesiva y artística, sin sacrificar la capacidad de escucha en cualquier nivel.

Más allá del uso creativo de ritmos tribales y polirrítmicos, tonos de guitarra y las elecciones de riffs, así como de los cambios rítmicos y de tempo; Tool demostró que puede haber algo más que trauma, negatividad y cinismo en voces agresivas.

“Forty-Six & 2” está influenciada por el psicoanalista Carl Jung y aborda la progresión de la evolución humana.”Stinkfist” es un doble sentido que explora cómo la sociedad tiene tendencia a acercarse con reticencia a las perspectivas e ideas alternativas; y el tema que da título al disco, aparentemente apocalíptico, trata en realidad del dominio del materialismo y de la búsqueda de la unidad para promover la transformación de la humanidad.

Estructural, musical y filosóficamente, ‘Aenima’ sigue siendo un salto cualitativo tanto para Tool específicamente, como para el metal en general.