Actualización:  Salieron a la luz algunos mensajes que dieron pie a la demanda de acoso sexual y discriminación de Whitney Wolf contra Justin Mateen y Tinder.

Whitney Wolf, vice presidenta de marketing  y co-fundadora de la popular App para conseguir citas (y algo más) afirma que fue víctima de un comportamiento de abuso sexual que incluía mensajes privados inapropiados por parte de Justin Mateen, co-fundador de la App.

Al parecer su compañero de trabajo, con el que fundó esta popular aplicación, se enojó por no tener ningún “match” en Tinder y se desquitó con ella diciéndole que tener a una mujer de 24 años como fundadora de la aplicación, los hacía parecer una broma. Por si fuera poco, Whitney alega que esta fichita de ejecutivo la llamó “whore” (puta) enfrente del CEO de la compañía, sin embargo nadie de las oficinas de Tinder ha corroborado o negado esta declaración.

Después de que Wolf demandara a su compañero, fue forzada a abandoar la empresa sin ninguna explicación. Aunque este incidente ocurrió hace meses, Whitney Wolf decidió darlo a conocer al público hace unos días.

Como a la compañía IAC (a la que pertenece Tinder) no le conviene este tipo de publicidad, ya suspendieron al susodicho empleado y lo sometieron a investigación encontrando que efectivamente le mandó mensajes irrespetuosos a su compañera. Pero, muy convenientemente, al final IAC alega que la culpa la tiene el empleado y que las declaraciones de la ex empleada hacia la compañía, en sí, no tienen fundamento.

Esta demanda además de resaltar el fuerte problema de machismo y acoso que existe en todo el mundo, también lleva la atención al hecho de que la mayor parte de las empresas dedicadas a la tecnología, no cuentan con mujeres en los niveles más altos de sus compañías. Y al parecer, las pocas que llegan a la cima sufren de esta clase de tratos.

Una verdadera lástima notar, una vez más, que incluso en las industrias más modernas siguen existiendo perspectivas de género tan arcaicas.