El talento nunca ha sido garantía de éxito. Muchas mentes geniales han tenido problemas para traducir sus ideas a un lenguaje universal. Músicos, supergrupos y bandas extraordinarias han construido carreras en un nicho, alabados por sus dotes extraordinarios, pero con trascendencia limitada. Thundercat, el fenomenal bajista de 6 cuerdas y protegido de Flying Lotus, había demostrado un talento excepcional con sus primeros trabajos. Ahora estrena Apocalypse, el primer paso en su camino a las grandes ligas.

Brainfeeder, el sello de Flying Lotus, se ha convertido en uno de los pilares para el talento más propositvo del mundo y su hijo consentido es Thundercat. En The Golden Age of Apocalypse había mostrado su capacidad de crear complicadas galaxias musicales; brillantes, pero demasiado lejanas al escucha casual. Ahora, así como Daft Punk retomó los días de gloria de la música disco, él hace una fusión de jazz con funk con su marca personal.

“Heartbreaks + Setbacks” es el ejemplo más claro para hablar de su capacidad para hacer música pop. Con una voz profunda y sentida logra reconfortar a los corazones más dañados. Para sus seguidores más fieles está “The Life Aquatic”, (¿Referencia a Wes Anderson?) una producción instrumental que genera una atmósfera subacuática para sumergirse en las profundidades del inconsciente.

El otro gran sencillo del disco es “Oh Sheit, It’s X”, una recreación del frenesí generado por el éxtasis en la cual Thundercat en verdad trae los años setenta al nuevo milenio. En el fondo el músico enloquece sobre las 6 cuerdas del bajo, pero nunca se complica, es de lo más amigable para la pista de baile.

El presente le tiene miedo a reconocer a los genios cuando están en su apogeo, ojalá el futuro le haga justicia a uno de los mejores bajistas de nuestros tiempos. Apocalypse es la consolidación de Thundercat como artista, sin perder el hambre por experimentar, logró hacer canciones universales; superó la prueba más difícil para un verdadero genio, compartir su regalo con todos los demás.