Si volteamos a ver al pasado, una década atrás, veríamos un universo musical como un enorme campo completamente fértil. Asombrar era más fácil, y varias bandas que nacieron en aquel entonces se apropiaron de ciertas etiquetas, como The Polyphonic Spree lo hizo con la excentricidad hecha pop, o viceversa. Una banda numerosa, escalofriante sobre el escenario debido a su concepto de túnicas blancas, justo como el de un ritual. Pero no se trataba de una celebración oculta. Simplemente, era la fachada que cubría la enorme creatividad de Tim DeLaughter, algo así como un Wayne Coyne para la nueva generación. Una década después, Tim se enfrenta al reto de sorprender con un cuarto álbum que claramente contiene el toque alegórico y sinfónico. Se trata de Yes, It’s True, el nuevo disco de The Polyphonic Spree.

Sin duda alguna, este 2013 se perfila como un gran año para la música, básicamente por los emocionantes regresos que han ocurrido. Uno de estos es el de The Polyphonic Spree, que llega después de casi seis años de haber lanzado su último álbum de estudio. Pero el numeroso proyecto de Tim DeLaughter no estuvo inactivo. Sólo se mantuvo a flote con algunas acciones que, en su momento, llamaron la atención del mundo, como su álbum navideño HolidayDream: Sounds of the Holidays Vol. One, o su reinterpretación en vivo de la banda sonora de Rocky Horror Picture Show en su totalidad.

Yes, It’s True es una prueba incuestionable de que Tim DeLaughter aún tiene energía para perdurar con The Polyphonic Spree, aunque se trate de una producción carente de la emoción celestial o alegoría esperanzadora que lo distinguió hace varios años. El álbum comienza fuerte con “You Don’t Know Me”, uno de los temas que mejor destacan en este álbum. Sin embargo, la atención se diluye en cuanto llega la canción cuatro, “Carefully Try”.

El álbum tiene momentos con la energía de una pequeña chispa; es divertido pero lejos se ser electrizante, y poco capaz de envolver con algún fuego místico. Canciones como “Let Them Be”, “Heart Talk” y “Raise Your Head” reflejan a Tim DeLaughter que no llevó al límite sus ideas que potencialmente pudieron hacer de este disco un grandioso regreso de The Polyphonic Spree. Irónico ya que este álbum existe gracias a los fans de la banda, quienes tuvieron la oportunidad de contribuir económicamente a través de una campaña de crowdfunding. Y es por esto que, tal vez, la conclusión no es difícil de descifrar: Tim DeLaughter hizo un disco pensando en lo que podrían esperar sus contribuyentes, antes de lo que podría satisfacerle a sí mismo como artista.

Yes, It’s True es un disco colorido y alegre. En ocasiones, sus canciones llegan a emocionar, y en general es una obra ligera con un toque limitado de magia, como si en él viviera el espíritu pop de The Flaming Lips, sólo que de forma plástica. Aún con esto, Tim DeLaughter entregó una obra de calidad, con la cual podemos estar tranquilos y esperar un mejor renacer con el siguiente álbum de The Polyphonic Spree, el cual esperamos que no tarde seis años más.