Entre la lluvia y cientos de chicas con el característico look Glastonbury, la onda británica vibraba en el ambiente. The Kooks era la perfecta banda sonora para el momento. Su música, cargada de referentes al punk y mucho sentido del humor, prendió a todos los afortunados que se encontraban reunidos en el Escenario Corona Light. El cuero y la mezclilla negra se repetían tanto en el escenario como en los espectadores, junto con la actitud sofisticadamente desenfadada de The Kooks y sus seguidores.
Foto: Ana Tello.