Muchos apretados han criticado hasta el cansancio a Steve Aoki por sus famosos pastelazos. Que si es agresión a los fans, que si es trolleo innecesario, que si es peligroso porque alguien podría ahogarse…

Por estúpido que parezca, el tema ha sido tan polémico que Aoki fue invitado a escribir una columna en The Daily Beast para “defender” su extraña práctica.

El resumen es simple: los que se reciben los pastelazos lo hacen de forma voluntaria, luego de ser elegidos por su forma de bailar, o por su peculiar manera demostrar que la están pasando mejor que nadie. La selección de la “víctima” no es arbitraria; el millonario DJ pregunta o sencillamente insinúa que el momento arrancará pronto, y los fans se candidatean. Así que sería mejor dejar de desgarrarse las vestiduras por algo tan simplón.

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Todo DJ persigue una sola cosa: construir una experiencia imposible de olvidar para los que están en la pista. Pinchar decente no es suficiente, la gente espera más. Mucho más. Y Steve Aoki nunca se queda corto. Si no nos creen, miren este video con lo mejor de sus pastelazos enfermos.