Con un increíble soundtrack, ‘Someone Great’ de Jennifer Kaytin Robinson nos muestra las etapas del duelo de la ruptura amorosa entre Nate y Jenny, quién debe mudarse de Nueva Yorka a San Francisco para comenzar a trabajar en Rolling Stone.
A través de publicaciones en Facebook, inbox, emails, playlists, tweets y “Supercut” de Lorde realizamos un recorrido por sus nueve años de relación.
Cuando terminas con alguien parece que el universo conspira en tu contra para que recuerdes a esa persona. Intentas no pensar en eso, salir y distraerte, pero de pronto en la radio o en tu reproductor suena “ESA CANCIÓN” con la que conociste a “ESA PERSONA” o se dieron su primer beso, para Jenny es “Mansard Roof” de Vampire Wekeend que la remonta a la fiesta de navidad donde conoció a Nate.
Y es que en serio, parece que a veces se empeña, pero como Jenny —que tiene a Blair y a Erin— siempre podremos contar con amigas o amigos que canten a todo pulmón con nosotros “Dreaming of You” de Selena en medio de un supermercado.
Después de una gran pelea, que marcaba el principio del final, Jenny tiene sexo de reconciliación con Nate. Sin embargo, al terminar se siente vacía y mientras suena “Your Best American Girl” de Mitski se da cuenta que por más que lo ame no puede seguir adelante… porqué han cambiado. Sabe que la ruptura es inevitable, pero se niega a aceptarlo.
Y cuando sucede, cuando llega ese momento —con “Great One” de Jessie Reyes de fondo— Jenny solo se pregunta en qué momento se arruinó todo si eran tan felices. No puede creerlo o más bien no quiere hacerlo. Pero está vez cuando vuelve a pensar en su relación acepta que el motivo de su ruptura no es solo su nuevo empleo en San Francisco sino que la relación ya estaba demasiado desgastada, ese momento lo enmarca “Reason’s Not to Die” de Ryn Weaver.
Y como no puede hablar con Nate, Jenny decide escribir una carta de despedida que no es más triste que “Dynamite” de Sigrid. Aunque decir lo que siente le no es suficiente para cerrar el ciclo, necesita que Nate diga lo que ella quiere escuchar para estar tranquila y seguir adelante es por eso que acude a su lugar especial en el Parque Washington donde suena ‘Moon River’ de Frank Ocean. Ahí, frente a sus mejores amigas, quienes siempre estuvieron a su lado, acepta finalmente que su relación ha terminado.
“Cuando algo se rompe, si los trozos son grandes, se puede arreglar. Por desgracia a veces no se rompen, se hacen añicos. Pero los añicos brillan cuando les da la luz. Y en esos momentos, cuando el sol ilumina los restos de lo que éramos, recordaré lo bonito que fue y lo bonito que siempre será, porque éramos nosotros y era magia. Para siempre”.