Sin lugar a dudas, uno de los motivos más recurrentes en la obra de Gustavo Cerati, y que le ha consolidado como uno de los compositores definitivos de habla hispana, es el amor 💛.

Con un amplio catálogo discográfico que cubre los 15 años que estuvo al frente de Soda Stereo, y los 17 que paso creando música en solitario; la leyenda albiceleste tiene temas románicos para dar y repartir, tales como “En remolinos”, “Primavera 0”, “Camaleón”, “Ameba”, “Claroscuro”, “Amor amarillo” o “Te llevo (para que me lleves)”.

Lo que quizás algunos fanáticos casuales de Cerati no sepan es que todas las canciones anteriormente mencionadas guardan una hermosa similitud entre ellas: Fueron dedicadas a Cecilia Aménabar.

Cecilia Aménabar, modelo, cantante y actriz chilena, fue la segunda esposa del músico argentino. Se conocieron cuando Cecilia, con tan solo 17 años de edad, se coló a una conferencia de prensa de Soda Stereo en Santiago de Chile.

A partir de aquel momento, Cerati no pudo separarse de ella. Luego de una relación a distancia, contrajeron matrimonio en 1993 y estuvieron casados durante 10 años. De esa relación nacieron los dos únicos hijos del cantante, Benito y Lisa Cerati. Muchas veces, Aménabar ha sido responsabilizada por la ruptura de Soda Stereo, tal como le sucedió a Yoko Ono y los Beatles en su momento.

A principios de los noventa, las alarmas se encendieron cuando Gustavo abandonó momentáneamente a Soda Stereo para disfrutar de Cecilia y la llegada de Benito, su primogénito. Durante ese lapso, la pareja grabó y editó ‘Amor Amarillo’ (1993), primer disco como solista del cantante y testigo de la bonanza, prosperidad y amor que experimentó la familia Cerati- Aménabar durante sus primeros años.

Cuando se cumplió el primer aniversario del accidente cerebro-vascular de Cerati (que lo dejó en coma 4 años y condujo a su muerte en 2014); Cecilia compartió a través de la Editorial Perfil una carta del intérprete (de la época en la que mantenían oculta su relación); en donde le dedica -y presenta- la letra de “No Necesito Verte (Para Saberlo)”, corte que posteriormente sería incluido en el EP de Soda Rex Mix’, de 1991.

Esa carta me la mandó Gustavo por correo desde Buenos Aires a Santiago. Además que traía unos dibujos muy lindos como a la antigua, cuando él acostumbraba a dibujar.

Si alguna vez él me dedicó eso a mí, ahora de mí va para él con todo mi amor.