Mark Chapman, a quién en agosto se le negó la libertad condicional por décima ocasión, declaró que cada año se siente más avergonzado de haber acabado con la vida de John Lennon en 1980.

“Hace treinta años no podía decir que me avergonzaba y ahora sé lo que es la vergüenza”, dijo el imputado en la audiencia de libertad condicional, según The Guardian.

El agresor indicó que todavía piensa en cómo hace 35 años para él fue increíble que Lennon firmara su disco y en cómo se debatió en si debía dispararle o no al cantante británico.

 “Estaba demasiado lejos, recuerdo haber pensado: ‘¡Oye, ya tienes el álbum! Mira esto, él lo firmó, solo ve a casa, pero no había manera de que solo fuera a casa”.

La junta estatal de libertad condicional dijo que liberar a Chapman no solo “tendería a mitigar la gravedad de su crimen”, sino que también pondría en peligro la seguridad pública, ya que alguien podría intentar hacerle daño por ira, venganza o ganar notoriedad.

Chapman tendrá que esperar otros dos años antes de solicitar la libertad condicional una vez más.