Tocar en el Auditorio Nacional es un sueño que se hereda cuando se decide ser músico en México. Muchas veces toma años llegar a cumplirlo y tantas otras simplemente no se realiza. En el caso de Carla Morrison, tras cuatro años de trabajo incesante y una vida de anhelar tocar a la gente con sus canciones, el próximo 31 de mayo es la primera vez se presentará en el Auditorio Nacional. Días antes y durante uno de sus últimos ensayos, platicamos con Carla; le pedimos que nos contará acerca de sus otras primeras veces; su primer beso, primera canción… y sobre el camino que ha recorrido en su carrera y el momento donde se encuentra ahora.

El Auditorio 

Siempre quise tocar ahí, es un lugar precioso hecho para el público, contemplado para él; no importa desde dónde veas un concierto en el Auditorio, siempre lo ves y escuchas bien. La gente que se ha presentado ahí es súper especial y yo soñaba con ese escenario, pero obviamente lo miraba más lejano, en unos cinco años o algo así. Entonces estoy muy contenta y nerviosa, además vendrán mis amigos y familia de Tecate, me toca compartirlo con ellos.

El momento

Ahora me encuentro en un lugar muy raro pero padre. Cambié de equipo. Como venían las cosas, nunca imaginé llegar a este punto de logros y de trabajos de una manera independiente. Han sido muchos años de trabajo, y ahora todo es muy distinto, pero todo sigue recayendo en mí, yo decido a que digo sí o no. Sigue todo siendo como debe ser, pero ahora con un equipo más grande sé que mis decisiones repercuten en cosa más grandes, afectan a más gente. Me gusta porque es importante para mí, le da sentido a mi vida, siento que estoy empezando a trabajar no más duro sino más inteligente.

La independencia como valor 

La mayoría de mi carrera ha sido independiente y la manera en que lo he ejecutado siempre ha sido muy a la gringa, pues viví allá muchos años. Allá el trabajo de siete no lo hace uno, el trabajo de todos lo hacemos todos. Se reparten los roles, porque es un equipo y todos queremos que nos vaya bien. Eso lo sigo manteniendo, hasta la fecha. Por ejemplo yo tengo muchos shows de promo donde no gano pero mi equipo sí, mis músicos sí. Todos tienen que sentirse parte de un equipo, sentirse importantes, porque sin una pieza no funciona.

En México siento que muchas veces, no todos los proyectos independientes son tan profesionales,porque andan con la bandera de independencia, como “no te pago tanto porque soy independiente” y no está bien. Quizá hay un cierto punto, cuando estás empezando que de verdad no tienes recursos, pero después de tener años en esto debes buscas la manera de pagar.

Siento que hace falta que la independencia se consolide en México, además yo creo que es la manera de ser músico. Definitivamente las disqueras me han traído muchos ídolos y me han hecho conocedora de música, pero ahora con las redes sociales y con la facilidad que hay de mover la música, ser independiente es una gran idea. Pues no sólo ganas de una manera diferente, sino quen inviertes de una manera diferente, aprendes y creces. Conoces mucho de todas las partes del negocio pues las haces tú mismo. Si un día ya no quieres ser músico puedes hacer casi todo.

Cuidar el sueño

De donde yo vengo ser cantante es como un hobby, es un sueño güagiro que no crees que vaya a pasar… Que pasara y que todo se fuera dando tanto rápido hizo que  yo me dejará ir. Ahora ya me siento y pienso más, cuido más las cosas, para dar un ejemplo muy claro, estoy haciendo mejor mercancía para mis shows, más personalizada; que no sea la playera genérica para un humano sino cosas de niño o niña, algo más pensado. Estoy en una muy buena posición en mi carrera y sé que eso no le pasa a cualquiera. Estoy muy agradecida.

Devolver a la escena

Por todo lo que he tenido, quiero apoyar a la escena independiente. Pan Dulce, es la idea de esa intención de ayudar. Comparto muchos escenarios con proyectos independientes, y es una pena que nadie los volteé a ver, me refiero a las masas de disqueras que no sé porque no notan lo mucho que hay, siento que el público tiene hambre de nuevas propuestas y luego la industria no quiere apostar. El radio quiere ir a lo seguro… entonces yo pensé, si a mí me está yendo bien, quiero apoyar. Lo que hago en Pan Dulce es dar un préstamo a bandas, que ellos me regresan exactamente, sin nada extra. Además de busco otras maneras de ayudarlos, yo todo el tiempo me entero de que están buscando bandas para abrir tal o cual show, o una canción de tal tipo para una película, entonces me la paso recomendando. A parte yo sé que cuando se empieza, no se sabe bien cómo hacer las cosas, entonces les digo a los proyectos que conozco que me llamen y pregunten, que yo los apoyo y los puedo guiar.

A mí me ayuda mucho ayudar a otra gente, no sólo estar pensando en lo mío. Yo también me aburro de mí. Se que no a toda la gente le gusta mi música, tiene que haber otras opciones y existen, pero no todo mundo tiene la opción de verlas y yo que ando viajando me encuentro muchas cosas.  Por eso existe Pan Dulce, no sé hasta donde va a llegar, pero más que lo que pase con esto, yo quiero que ellos lleguen a donde sueñan.