Por si no lo sabían, en octubre de este año Paul McCartney ofreció una entrevista para The New Yorker en la que al opinar de The Rolling Stones en estos tiempos moderno, dijo que para él no eran más que una banda de covers de blues.
“No sé si deba decir esto, pero honestamente The Rolling Stones es una banda de covers de blues. Nada más”.
El comentario desató una ola de críticas hacia el bajista, quien no dio más seguimiento al tema y cuyo silencio, solamente dejó la puerta abierta para que Mick Jagger reaccionara de una manera no tan agradable:
Hoy, tal y como NME reporta, Robert Plant de Led Zeppelin ha llegado a ponerle orden al asunto y ha declarado que la relación entre ambas bandas siempre ha sido buena, por lo que no ve por qué no habría una forma de solucionarlo.
¿Su plan? Dejar que Paul toque el bajo con los Stones para lograr dos cosas: limar asperezas y mostrar respeto hacia la banda tras su fuerte comentario, y demostrarle en carne viva que rodar con los Rolling Stones no es cosa sencilla.
Bueno, alguien tenía que buscarle fin a este conflicto, ¿no? Aunque si somos directos, en realidad nunca ha existido una pelea como tal, pero que McCartney muestre tan poco respeto, definitivamente deja mucho que desear.