Xiu Xiu
Always
Polyvinyl, 2012
Por @carontec
El asunto de fondo es el de las formas. El dolor humano puede ser cantado a gritos, en cuyo caso el noveno álbum de estudio de Xiu Xiu tendría que derivar obligadamente en un caos ruidoso y concreto, tal como suena “I Luv Abortion”, o puede tomar prestados los recursos de un sintetizador y convertirse en un corte apropiado, aunque peligroso –estoy hablando de “Beauty Towne”–, para sonar en una pista de baile. No una pista cualquiera, por supuesto, sino una pista donde los cuerpos de los desheredados que se enumeran en “Hi”, la primera canción de Always, choquen unos con otros; una pista obscura en la que si uno quiere encontrar un poco de belleza tiene que aprender a usar todos los sentidos para lograrlo.
Jamie Stewart ha puesto, nuevamente, el dedo sobre nuestras llagas, y la decisión de aguantar hasta el fin o renunciar desde el principio sólo puede ser tomada de forma individual. Cada quien con sus fantasmas puede adherirse, o no, a cualquiera de los episodios que forman Always. Lo cual no es nada sencillo, por supuesto. Sobre todo si uno considera que cada una de las canciones del señor Stewart exigen ser escuchadas con una devoción casi política para entender a plenitud lo que sucede en “Born To Suffer” y “Factory Girl”, por ejemplo, y avanzar después hasta el aterrador final del disco, donde una voz culposa repite “I’m sorry, I’m sorry, I’m sorry” a la mitad de “Black Drum Machine”.
Lo mejor es dejarse caer de cuerpo entero en Always, pero no quedarse ahí por mucho tiempo. A final de cuentas, lo que hay detrás del sonido pop-fársico del disco no es un monstruo seductor y atemorizante, sino la piel de un cuerpo humano arrancada de golpe y colocada cuidadosamente en una silla para que cualquiera de nosotros la ocupe.
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