Texto: Carlos López (@carontec)

M83
Hurry Up, We’re Dreaming
Inc / naïve / Noiselab, 2011
Calificación: 92/100
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Hurry Up, We’re Dreaming (Mute, 2011) es un enorme dispositivo sonoro que se despliega siempre en una sola dirección: hacia arriba. No tiene, salvo en algunos cortes como Raconte-Moi Une Histoire, la claridad de los sueños difíciles de recordar, sino el brillo y el color de una historia de ciencia ficción que se desarrolla a toda prisa frente a nuestros ojos. Sin embargo, es difícil no distraerse; escuchar las veintidós canciones de un solo golpe y quedar satisfecho, antes de quitarse un poco del sonido metálico y brillante que M83 ha dejado en nuestros oídos.

A pesar de todo, no hay ninguna duda sobre el genio creativo de Anthony González, quien ha desafiado la hegemonía de lo fugaz y lo efímero para hacer un album que cae desde el principio en los límites de lo épico. En este sentido, “Intro” puede tomarse como un aviso de lo que está por venir: un sueño que se desarrolla entre galaxias y que de vez en cuando puede tocar la tierra, como en “Wait” y “Year One, One UFO”, tan sólo para sugerirle al escucha que mire de nuevo, en la mitad de la noche, al cielo. Desde ese lugar, es relativamente sencillo descubrir que alguien más sonríe el ver pasar una estrella por la ventana de una estación espacial en “Splendor”, y que el tiempo parece haberse detenido hace treinta años en“Claudia Lewis” y “OK Pal”.

Por supuesto, Hurry Up, We’re Dreaming no está exento de melodrama. De la intervención de Zola Jesus, que proyecta una agradable sombra para modular la luz que emite el disco, a la emotividad de “My Tears Are Becoming A Se”a, hay una serie de episodios que producen la sensación de encontrar un punto del pop que aún no había sido descubierto, y del cual es necesario alejarse rápida, repentinamente, sin explicación alguna, antes de quedar atrapado en el sueño.