Texto: Germán Sánchez (@mr_mutante)

Entre los Beach Boys y los Kings of Leon existen algunas coincidencias. En primer lugar, y la más obvia, es que ambas bandas son estadounidenses. Además, están formadas también por una triada de hermanos y un primo. El arte de los discos de los Beach Boys en sincronía con su música surf, mostraba regularmente imágenes alusivas a las playas: Sol, olas, arena y palmeras. El más reciente disco de los Followill muestra en la portada olas (aunque pequeñas), arena y palmeras, bajo el naranjado ocaso de una soleada y apacible tarde.

Tal vez estas sutiles conexiones no son obra de la casualidad. Come Around Sundown, el quinto y más reciente disco de los Kings of Leon tiene reminicencias a sonidos de aquellos años: el doo woop de los 50’s en “Mary” y sus coros dulzones. El gospel y blues –claras influencias de su infancia, cuando viajaban con sus padres por el sur de Estados Unidos predicando la palabra del señor– en “The End” y “Pyro” y su característico country rock en “Radioactive”, “The Face”, “Beach Side” y “No Money” con guitarras reverbeadas y melódica estructura perfectamente estudiada.

Si bien el paseo es ecléctico, aún así, está producción de los oriundos de Nashville no deja de ser conservadora sin mayores sacrificios que emanen una afinidad inmediata con el oyente o que contagien esa energía de un Youth & Young Manhood o un Because of the Times. Al final, es un álbum complaciente que no incomoda pero tampoco sorprende porque, si bien se puede fabricar un bien producido y cuidado álbum, a veces eso no es suficiente.

Mejor canción: “No Money”

Con sus 3:01 minutos, el noveno corte de Come Around Sundown, es una de las piezas que logra mostrar un poco del desenfado perdido entre las arenas de un disco promedio.