El Premio.
Un pedazo muy pequeño de la punta del iceberg.

Texto: Edgar Lazarín (@chicholazarin)

Paula Markovitch, consagrada escritora de cine y literatura presentó su ópera prima en el 9° Festival Internacional de cine de Morelia. La película cuenta la historia de Cecilia, una niña de siete años que junto con Lucía su madre, parece esconderse en una playa desolada de Argentina. El padre de Cecilia está desaparecido, no sabemos dónde ni porqué, su madre le ordena insistentemente que si le preguntan diga que él vende cortinas y que su mamá es ama de casa.

En la escuela Cecilia parece hacer una vida nueva, hace amigos y se destaca como buena lectora, mientras su madre está encerrada en un pequeño cuarto en la playa nublada y desolada que no la deja tener un segundo de paz. Las ventanas están rotas, las puertas no cierran bien y el fuerte viento constantemente entra a la casa. Estos son los únicos indicios que dejan ver que algo anda mal con estas dos mujeres, llevan al espectador a concluir que algo o alguien las persigue y que están exiliadas en ese lugar.

Casi dos horas transcurren desde que presentan a Cecilia y durante las dos horas la narración consiste en ver a la niña viviendo. No hay una progresión dramática convencional, Cecilia va y viene a la escuela, se inquieta y se desespera, pelea con su madre y la saca de quicio, se hace la consentida de la maestra y al mismo tiempo es castigada por copiarse en un examen, (la maestra la deja en el patio mojándose durante no sé cuánto). Hay ciertos indicios muy sutiles sobre lo que la directora quiere transmitir: la maestra que es buena pero impone fuertes castigos a sus alumnos, o que la hace usar unos zapatos apretados con tal de lucir bien ante las autoridades, guiños todos que describen lo que es una dictadura.  Sin embargo, todos estos guiños nunca dejan claro de qué trata la película.

Markovitch muestra a la niña y su madre cada vez más distanciadas, de igual forma retrata las amistades fallidas de Cecilia y la enagenación en la que ella misma se pone. Pero no define si el conflicto se resolverá con el regreso del padre o con la llegada de los militares al cuartito donde viven. nunca termina de definir hacia dónde va la película, siempre se trata de Cecilia experimentando sus conflictos internos, y estos conflictos nunca se entienden del todo, se muestra una pequeña parte de lo que sucede adentro de la niña, solo una porción de la punta del iceberg, el resto del trabajo tiene que hacerlo el espectador, y esto no es en absoluto un error solo porque sí, lo es cuando no se paga por completo la inversión de estar viendo durante dos horas la película.

El Premio parece más una anécdota de esta etapa en la vida de la protagonista, sin duda contada con un lenguaje y estilo cinematográfico rico. Estéticamente todos los elementos satisfacen, los personajes atrapan, la fotografía y el sonido cautivan, parece haber un conflicto y si se tiene cierta concesión con este conflicto escondido, éste puede ser bastante interesante. Sin embargo, el dichoso conflicto nunca se resuelve, no sabemos qué sucedió con Cecilia, no sabemos si ella cambió al final o siguió como estaba al principio. Tampoco sabemos si su padre está muerto o vivo, si se esconde o si regresará a ellas, menos aún sabemos si los militares están buscando a su madre y a la niña.

Falta un cierre, ese cierre que toda película tiene que brindar, no se trata de finales abiertos o cerrados, simplemente falta una conclusión, es verdad que todo sucede al interior de Cecilia, pero aún en este tipo de cine en el que el conflicto es hacia adentro siempre hay una conclusión. En El Premio no hay tal.

Para conocer toda la información relacionada con el programa y horarios del  Festival Internacional de Cine de Morelia entren a www.moreliafilmfest.com