Jim James es un viejo conocido por todos nosotros. Es el vocalista de una de las mejores bandas en vivo de nuestros tiempo, My Morning Jacket. También es responsable de que muchos “rockeros” amen el folk y las guitarras acústicas. A Jim le da lo mismo tocar un solo de guitarra de 10 minutos que cantar casi acapella una canción acústica de tres. Después de seis discos de estudio con MMJ y uno con el super combo formado por M. Ward, Connor Oberst y el propio James, Monsters of Folk, Jim James decide editar su primer disco como solista.

A diferencia de muchos de sus contemporáneos que deciden editar material en solitario, James no refritea las composiciones que hace en MMJ. Regions of Light and Sound of God es una colección ecléctica de nueve canciones que ejemplifican con mucha claridad los gustos y predilecciones de James y lo más importante, nunca suenan a My Morning Jacket. Desde “State of Art (A.E.I.O.U.)” nos muestra su inclinación por el funk y los ritmos cadenciosos, la línea de bajo es una excelente introducción al universo de Jim. “I Didn’t Know Till Now” es un homenaje a la música soul, al igual que “Dear One”, ambas canciones podrían ser parte del soundtrack de una película de blaxploitation. Cuando llega “New Life”, la cosa se pone más romántica y el lado folkie de James sale a la luz. Esta es la canción que deberían bailar como vals en su boda las nuevas generaciones. Tierna, delicada y sincera, una típica canción de amor escrita por Jim James. Si tienen alguna duda, la frase “I wanna new life, with you” se las quitará. A la mitad del disco entra una canción de folk orquestal e instrumental que funciona a manera de interludio, James es amante de la instrumentación ostentosa y en “Exploding” lo deja claro.

La segunda parte del disco abre con “Of the Mother Again”, aquí James regresa a su lado soul y funk, acompañado nuevamente por instrumentos de cuerdas y vientos, sin problemas James podría tocar con una Big Band como apoyo. La canción más feliz de Regions of Light and Sound of God por mucho. “Actress” retoma la orquesta de fondo pero con tintes más melancólicos, se escucha un riff de guitarra y voz franca de James en primer plano. El oriundo de Kentucky se muestra como un entusiasta de los soundtracks de las películas afroamericanas y los thrillers mafiosos. Ya casi al final, James saca de la manga un as poco conocido con “All is Forgiven”. En un papel muy al estilo de Sinatra o incluso de Mike Patton en Mondo CaneJim James hace gala de sus dotes vocales al lado de una orquesta y le da un giro dramático y tenso al álbum. La canción encargada de cerrar el disco es “God’s Love to Deliver” es quizá la menos fuerte y contundente del álbum, sin embargo, tiene toda la vibra de despedida.

Durante 8 muy bien compuestas y ejecutadas canciones, Jim James nos dejó claro por qué es uno de los mejores compositores de nuestros tiempos. Siempre con un perfil bajo, ya sea como líder de MMJ o como solista, James nos ha regalado composiciones que romperán la barrera del tiempo y recibirán el honor que se merecen conforme vayan pasando los años y las nuevas generaciones se acerquen a su música.