Llevamos cuatro meses del 2013 y pocas bandas han recibido tanto hype como este dúo de Los Angeles compuesto por Lindsey Troy y Julie Edwards. Deap Vally no tiene intención alguna de reinventar la rueda, su música es rock en su más pura forma: enérgico, crudo y directo. No es lo más original, pero lo hacen tan bien que se han logrado ganar un buen número de fans y su curriculum ya incluye abrir conciertos de The Vaccines y Muse. Ahora, Deap Vally planea una serie de apariciones en festivales y para prepararse publicaron su nuevo EP Get Deap!.

El disco contiene cuatros canciones que parecen haber sido compuestas específicamente para las presentaciones que vienen. Derrochan energía y fácilmente las podemos imaginar sonando en cualquier escenario, desde un pequeño bar hasta los masivos festivales que se aproximan para el dúo. La razón detrás de que funcionen tan bien es el espíritu con el que son interpretadas, hace mucho que no escuchábamos a una mujer con esa actitud de rockstar que Lindsey Troy demuestra a lo largo del disco. En vivo las podemos imaginar como todo un espectáculo pero en disco la actitud no es suficiente.

La canción que abre todo es “Lies”, una especie de híbrido entre hard rock ochentero y “Fell In Love With a Girl” de los White Stripes. Suena decente pero es imposible obviar la referencia a la banda de Jack White. No es una especie de tributo, es utilizar el mismo coro en la misma parte de la canción casi repitiendo lo que ya escuchamos hace años. Conforme avanza el EP, ese problema se vuelve más frecuente, más allá de tomar ideas viejas y hacerlas propias, pareciera que Deap Vally toma ideas viejas y las reproduce una y otra vez. “Ain’t Fair” promete ser un éxito en vivo por sus pegajosos coros pero en el resto presenta el mismo problema que “Lies”.

El tema que se destaca de todo el disco es “End of the World” con el que Deap Vally se dio a conocer. La canción es un himno de unión y amor disfrazado de lamento fatalista en la que Troy hace el papel de una predicadora al borde de un ataque de nervios. Es la única canción de todo el EP en el que podemos escuchar a las verdaderas Deap Vally, o al menos en las que parece haber una identidad real.

El dúo tiene mucho potencial, se nota en la pasión detrás de todas las canciones y las reseñas de sus espectaculares conciertos, si logran mostrarnos su verdadera cara se convertirán en una fuerza imparable.