Este 2013, la era digital y la música que deja de lado los sonidos análogos es abanderada por AMOK, el álbum debut de Thom Yorke, Flea, Nigel Godrich, Joey Waronker y Mauro Refosco bajo el nombre de Atoms for Peace. Esperada por muchos durante meses, incluso desde la aparición de la banda en 2010, esta nueva producción avanza por escenarios electrónicos e hipnóticos que se muestran desde la primera canción. De hecho, “Before Your Very Eyes..”, el track abridor, progresa y toma un camino muy similar al del disco en sí: un inicio suave y electrónico con voces tenues, que termina en sonidos y voces un tanto más más agresivas.

No estamos hablando de un disco que suene a The Eraser, mucho menos a Radiohead; sin embargo, los sonidos del debut de Atoms for Peace -sobre todo en canciones como “Ingenue” y “Unless”- nunca olvidan la melancolía y la sutil incomodidad que remiten las voces de Thom Yorke. Además, la mano de Nigel Godrich, quien ha trabajado con Radiohead desde hace muchos años, también forma parte importante de la identidad sonora de AMOK, pues las sombrías atmósferas y los pasajes electrónicos confusos son, básicamente, la forma en que Godrich saluda.

Aunque los sonidos análogos y especialmente las guitarras forman parte de la bases melódicas de todas las canciones, no es hasta el sexto track “Stuck Together Pieces” cuando se vuelven más evidentes. Es una canción que intenta, exitosamente, darle más presencia a los rasgueos comunes de Yorke y su guitarra, así como subir los niveles de las percusiones africanas que acompañan todo el disco. Esa esquizofrenia, implacable en las perillas que utiliza Godrich, también se muestra en “Judge, Jury and Executioner”, una canción que el quinteto ya nos había dejado escuchar y que sin duda forma parte del clímax de AMOK. Una de las canciones clave.

Aunque haya canciones como “Reverse Running”, donde Atoms for Peace se muestran más tradicionales, su disco debut en general es un trabajo complejo que no entra a la primera. De alguna forma es el punto de encuentro en el que Yorke, Godrich y Flea muestran su lado más experimental y creativo, y eso hace que se trate de algo más difícil de lo que muchos de nosotros esperábamos. La calidad es excepcional, lo mismo que el nivel de producción, pero lo cierto es que AMOK probablemente no sorprenderá del todo a quienes esperaron mucho de este súper grupo.