Texto: Laura García (@gslaura)

Un cuervo se posa sobre el escenario. Damon Albarn, en colaboración con Rufus Norris, creó la puesta en escena de Dr. Dee, una ópera inglesa. Con ocho presentaciones en el Palace Theatre de Manchester, es uno de los principales eventos del Manchester International Festival. Esta obra narra la vida de John Dee, -matemático, astrónomo, alquimista-, un hombre del Renacimiento inglés.

Una ópera inglesa sobre un hombre del siglo XVI puede parecer una obra convencional. Sin embargo, Dr. Dee rebasa esos conceptos a través de una puesta en escena sorprendente. El escenario está dividido horizontalmente en dos partes: en un primer momento, Albarn, a un lado de músicos que tocan la batería, la guitarra, el teclado e instrumentos menos usuales como la viola de gamba y la kora, se encuentra a ras del escenario dentro de un compartimento que después sube y así dejar el piso del escenario libre para los actores.

Con una escenografía relativamente sencilla y proyecciones que aparecen en momentos claves de la obra para reforzar los elementos, Dr. Dee resulta una obra oscura. La música es el hilo conductor (sobresale el trabajo de percusiones y los coros que son dramáticos) y mantiene al espectador atento aunque sea un poco confuso seguir la trama. Pero con leer un poco los antecedentes de la ópera, sus piezas terminan por acomodarse. Además, esto no tiene mayor importancia pues desde el principio es fácil perderse en esa atmósfera oscura y medieval.

Cada uno de los elementos de la obra crean un mundo extraño y mágico, que capta inmediatamente la atención del público. John Dee tuvo una mente curiosa, quiso conocer todo lo que estuvo a su alcance, desde ciencias como matemáticas y astronomía, hasta campos más misteriosos como el ámbito alquimista. No se limitó a una sola área, estudió lo más que pudo, con un espíritu polifacético. Lamentablemente, John Dee, después de una o dos mal tomadas decisiones, terminó su vida en el anonimato.

Si bien Albarn, desde que inició su carrera con Blur, no ha vivido en el anonimato, al igual que John Dee, posee un espíritu polifacético. Basta con ver su amplia carrera musical. Él mismo establece las reglas de cada banda que ha tenido para después llevar el límite a un nuevo nivel con otro proyecto. Tiene una mente inquieta que busca nuevos campos donde desarrollar sus cualidades.

Compuesta por Albarn, la música de Dr. Dee acompaña cada escena y es de suma importancia para crear el ambiente. Además del grupo que acompaña a Albarn, que se encuentra en este espacio que sube y después baja al final de la ópera, también participa la Filarmónica de la BBC. Todos los músicos son dirigidos por el líder de Gorillaz.

Albarn lleva su trabajo musical a otro nivel. Aunque haya realizado una obra antes, –Monkey: Journey to the West-, Dr. Dee es totalmente diferente. Colocado en la parte frontal del compartimento, sentado sobre unos escalones, Albarn es compositor, músico, narrador, director musical y también espectador pues cuando no tiene que hacer alguna de sus múltiples tareas, observa lo que sucede debajo de sus pies, es decir, la obra en sí.

Una provocativa atmósfera en escena pero siempre con un matiz inglés, fácilmente envuelve al público y lo lleva a un mundo de otra época pero en el presente. Así de confusa, mágica, macabra y brillante es Dr. Dee.