En noviembre de 1967, Pink Floyd realizó su primera gira por Estados Unidos para promocionar su álbum debut ‘The Piper at the Gates of Dawn’. En la primera semana de su visita, la banda inglesa fue invitada a tocar en el prestigioso programa ‘American Bandstand’ de la cadena de televisión ABC, presentado por Dick Clark, para hacer una interpretación de su recién grabado tercer single “Apples And Oranges”. Ahora, un creador sueco conocido como Artist On The Border ha coloreado minuciosamente la actuación de archivo, fotograma a fotograma, dando nueva vida a la energética actuación del grupo.

Sobre la restauración de la icónica actuación, Artist On The Border dijo al respecto:

“Misión cumplida, o simplemente abandonada a toda prisa.
Les presento mi versión final de Apples and Oranges en el programa American Bandstand. Grabado en los estudios ABC de Burbank, California, el 7 de noviembre de 1967. La banda interpreta una versión a medias de Apples and Oranges, presumiblemente en un ensayo pregrabado con un Syd Barrett algo ausente al frente del espectáculo”.

“Cada fotograma de los 3350 requeridos (interpretación musical) tenía que ser cargado individualmente, descargado de nuevo y nombrado individualmente. Empecé el proyecto en febrero de 2021. Terminé el 30 de diciembre de 2021. No voy a hacer esto de nuevo, así”.

Vía Youtube.

Durante su estancia en Los Ángeles, Pink Floyd fue invitado a alojarse con Alice Cooper y su banda, en el apartamento que el grupo compartía en la calle Beethoven de Venice Beach.

The Piper At The Gates Of Dawn ya era un pilar de nuestras escuchas”, dijo Cooper a Louder Sound en 2020. Continuó explicando:

“Lo entendimos totalmente, porque era como nosotros, tan raro y de izquierda: no creíamos que nadie más supiera quiénes eran. Recuerdo que Glenn Buxton, nuestro guitarrista, realmente se unió a Syd Barrett, porque ambos solían tocar la guitarra a través de una unidad Echoplex: se sentaban en la habitación de Glenn y se drogaban y tocaban la guitarra juntos toda la noche.”

Vía Louder Sound.

Como recuerda Cooper, pronto se hizo evidente para todos que Syd Barrett lidiaba algunos problemas de salud mental, lo que finalmente le costaría su puesto en la banda.

Syd estaba en un espacio mental diferente”, recordó. “Una noche se subió al escenario, rasgueó un solo acorde y recibió una descarga de su guitarra y su micrófono: se quedó ahí como una estatua durante una hora mientras los otros chicos se limitaban a tocar a su alrededor”.