‘Comfortably Numb’ de Pink Floyd contiene, sin lugar a dudas, algunos de los mejores trabajos de guitarra eléctrica jamás grabados.

La doble ración de solos de guitarra de David Gilmour -votada como la tercera mejor de todos los tiempos por los lectores de la revista Guitar World el año pasado- está construida de forma experta, y comprende una ráfaga de licks de blues de estilo hendrixiano, dobles paradas agresivas y un vibrato de barra quirúrgicamente preciso, por no mencionar un tono para la posteridad.

Puede resultar sorprendente, entonces, que el solo que escuchamos a partir del minuto 4:31 fuera en realidad la primera toma de Gilmour.

En una entrevista publicada en el nuevo número de Total Guitar, el productor de ‘The Wall’, Bob Ezrin, recuerdó la emoción que sintió cuando Gilmour tocó por primera vez la línea principal en el estudio.

El segundo solo de Comfortably Numb, que puede ser el mejor solo de todos los tiempos, es en realidad una primera toma”– dijo Ezrin. “Fue tan poderoso cuando lo escuché y lo oí tocar, que literalmente me hizo llorar, y lo ha hecho muchas veces desde entonces”.

“Aunque se trata de un disco en el que participé, y que a estas alturas debería ser bastante árido, ese momento sigue siendo, para mí, uno de los más emotivos de toda la música”.

Ezrin añadió que, a pesar de que la primera pasada fue casi perfecta, Gilmour hizo “decenas de tomas” para intentar mejorarla, pero fue en vano. “Nunca mejoró”, explicó. “Siempre fue ese primer momento de inspiración el que produjo la magia”.