A raíz de la controversia local sobre su conversión de una casa de baños abandonada del siglo XIX en el Reino Unido a una finca privada; el rockero inglés David Gilmour está vendiendo la propiedad.

Los residentes de la zona no estaban de acuerdo con que el guitarrista de Pink Floyd, de 76 años, derribara la estructura histórica tres años después de comprarla en 2015.

Inicialmente se construyó para proporcionar instalaciones de baño a aquellos que eran demasiado pobres para tener las propias.

“Oye Gilmour, deja nuestro barrio en paz”– escribió un grupo de activistas en un mensaje clavado en el edificio antes de su destrucción, informó el Daily Mail. “Al fin y al cabo no es más que otra traición a todos nosotros, para ti no es más que otro ladrillo en el muro”.

Vía Daily Mail.

Gilmour siguió adelante con la construcción de su complejo frente al mar en East Sussex, pero ahora -sólo dos años después de terminarla- él y su esposa de 60 años, Polly Sampson, planean venderlo, según Jam Press.

La casa, de cinco dormitorios y tres baños, se venderá por algo más de $18.1 millones de dólares.

“Cuando te levantas por la mañana, la vista es siempre una sorpresa: el mar y el cielo nunca son iguales”, reflexionan Gilmour y Sampson en un comunicado facilitado por su agente inmobiliario. “Es una gran ventaja no tener una carretera congestionada y tráfico entre nosotros y el mar”.

Vía Daily Mail.

El único edificio que se conservaba de la famosa King’s Esplanade de Hove, era una casa de baños que abrió por primera vez en 1894 ofreciendo a las mujeres baños con zapatillas y salas de vapor.

Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió de hospital improvisado, antes de convertirse en sede de un negocio de corte de diamantes.

Los okupas de un grupo artístico llamado Chalk Circle ocuparon el edificio en 1999 y se les permitió permanecer allí hasta 2006, cuando fueron desalojados debido a las quejas de los residentes por el ruido y la basura.

Después de los incendios de 2013 y 2014, los peritos dijeron que el edificio abandonado estaba más allá de la reparación, y los planes alternativos para reemplazarlo con un “eco” del edificio original fueron aprobados por los planificadores en marzo de 2018.