El 9 de enero, Culiacán fue testigo de un evento sorprendente: avionetas sobrevolaron la ciudad dejando caer volantes que señalaban a varios influencers y cantantes como supuestos colaboradores del Cártel de Sinaloa, específicamente de la facción dirigida por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, conocida como “Los Chapitos”.
Entre los nombres mencionados en estos volantes destacaron el famoso cantante de corridos Peso Pluma, el youtuber Markitos Toys, y otros personajes de la escena del entretenimiento.
Los mensajes, distribuidos en distintos puntos de la capital sinaloense, instaban a la población a denunciar a los involucrados, quienes fueron descritos como aliados cercanos y financiadores de la organización criminal.
Redes Sociales y Crimen: La Nueva Guerra del Cártel
En un reciente episodio del podcast de Gusgri, el periodista Luis Chaparro abordó este tema, revelando que lo sucedido refleja una transformación en la guerra interna dentro del Cártel de Sinaloa.
Según Chaparro, la disputa ya no solo se libra en las calles, sino también en las redes sociales. El comunicador destacó que, en tiempos de calma, la relación entre músicos y figuras del crimen puede parecer natural, con abrazos, fotos y favores mutuos.
Sin embargo, “en tiempos de guerra, todo el mundo se agüita”, dijo Chaparro, refiriéndose a cómo, cuando las circunstancias cambian, muchos niegan sus vínculos previos, aunque en su momento los aceptaron sin reservas.
Peso Pluma: El Financiamiento Oculto
Uno de los nombres más mencionados en los volantes fue el de Peso Pluma, quien, según Chaparro, no causó sorpresa al ser incluido en la lista. El periodista recordó que desde hace tiempo se ha especulado sobre el apoyo financiero del crimen organizado a la carrera del cantante de corridos tumbados.
“Se ha hablado mucho sobre el hecho de que Peso Pluma recibió dinero del cártel para impulsar su carrera”, comentó.
Según Chaparro, varias fuentes dentro de la industria musical y agencias de investigación en EE. UU. han confirmado que el jalisciense recibió apoyo económico desde sus inicios.
Además, Chaparro destacó que el éxito de Peso Pluma en la música de narcocorridos no es casual, ya que sus letras a menudo mencionan figuras del crimen organizado.
Esto ha generado un fenómeno conocido como “la maldición de Peso Pluma”, donde cada narcotraficante mencionado en sus canciones es perseguido por las autoridades, como ocurrió con El Gavilán, presunto jefe de seguridad de “Los Chapitos”, cuya identidad se dio a conocer gracias a las letras de los corridos de Peso Pluma.
Investigaciones Internacionales en Curso
Chaparro también reveló que, aunque las investigaciones en torno a Peso Pluma se manejan con extrema discreción, existen indagatorias abiertas en Estados Unidos en su contra. Según sus fuentes, estas investigaciones están avanzadas, y las autoridades han afirmado que están llevando a cabo una “investigación bastante grande” sobre el cantante.
Este escándalo pone de manifiesto cómo las relaciones entre la industria del entretenimiento y el crimen organizado se han ido tejiendo a lo largo del tiempo, con la complicidad de figuras públicas que, en muchos casos, se han visto favorecidas por el poder del narcotráfico.
A medida que las redes sociales toman un papel más protagónico en la sociedad, la guerra entre cárteles y artistas parece haberse trasladado también al ámbito digital.