En 1992 mientras Pearl Jam se encontraba dominando el escenario de Lollapalooza, Eddie Vedder se tomó el tiempo de expresar su sentimiento acerca del culto a la gente famosa que se comenzaba a construir a principios de la década:

“Pienso que las celebridades apestan”

Hoy, Steve Hochman, escritor de SPIN, reflexiona acerca de una frase que en su momento muchos consideraron hipócrita e innecesaria por parte de uno de los músicos emergentes que más fama estaba adquiriendo.

En sus propias palabras, Steve dice que al haber entrevistado a Vedder en el ’92, le sonó un tanto arrogante que dijera algo de ese calibre considerando que él y la mayoría de los pertenecientes al género grunge, estaban escalando a la fama de una manera hasta agresiva.

“Yo no quiero ser una celebridad; sigo siendo la misma persona de siempre. Yo creo que las celebridades apestan. Jamás quiero convertirme en uno de ellos”.

En su momento, parecía que Vedder sólo era otro famoso que fingía odiar la fama, pero con el paso del tiempo, la vida y obra de Eddie fue demostrando un compromiso hasta de índole social, por preservar los pies en el piso y utilizar de manera responsable esa misma fama.

Desde movimientos sociales, hasta reglamentos dentro de los conciertos para evitar tragedias; todo un discurso de amor, paz, respeto e inclusión que rara vez se había visto en el género.

Vedder, con el paso de los años, demostró que su mensaje era sincero y por ello, fue, es y seguirá siendo un grande.

En otras noticias, cuando todos callaban, Pearl Jam levantó la voz respecto a uno de los sucesos más terroríficos a nivel social en los EE.UU.