James Marcus Haney es un guerrero, una alma libre, aventurero y rebelde. Cuando era estudiante de universidad, decidió dejar sus estudios, amigos y novia, para perseguir un sueño: estar cerca de la música en vivo. El primer capítulo de esta historia habla de cómo Marcus, junto a un grupo de amigos, se dedicó a falsificar acreditaciones de prensa para poder tener acceso al escenario y backstage de los festivales más grandes del mundo. Pero, ¿para qué quería Marcus estar así de cerca? Contrario a lo que muchos podrían pensar, no era para beber, fiestear o tomarse selfies con los aristas, sino para poder grabar, registrar y documentar su pasión más grande, la música.

Marcus lo hizo por primera vez en Indio, California durante Coachella y continuó en Bonnaroo, Glastonbury y muchos más. Este osado (y muy criticado) movimiento le valió irse de gira, como lo menciona en el trailer, con “sus tres bandas favoritas”: Mumford & Sons, Edward Sharpe & the Magnetic Zeros y Old Crow Medicine Show. Esta gira se llamó Railroad Revivial Tour y consistió en un recorrido en tren a través de Estados Unidos (de Oakland, California a Nueva Orleans), dando shows en los pueblos y ciudades a los que llegaban.

Todo el registro de esta gira, así como el resto de los festivales a los que tuvo acceso Marcus, quedó documentado en el filme No Cameras Allowed, el cual se presentó este año en el Montclair Festival y contó con el apoyo de MTV para su postproducción. Al inicio de este post pueden ver el trailer.

Después de estas aventuras, Marcus siguió su carrera en el mundo musical haciendo videoclips para Deap Vally, The Staves y varios más. Vean el video para “End of the World” de Deap Vally y sigan el trabajo de Marcus aquí.