Frente a la reciente crisis económica que se vive debido al COVID-19, el gobierno del Reino Unido creó un fondo supuestamente destinado a ayudar a todos los espacios para música en vivo que se han visto afectado. ¿Lo único malo? Que esto no ha sido del todo “efectivo”.

Y mucho menos en lo que a música electrónica se refiere. Recientemente el movimiento #LetUsDance iniciado por diversos venues y colectivos relacionados a la promoción de este género, intentaron por segunda vez consecutiva aplicar para el fondo de rescate que el gobierno creó con la intención de salvar salas de conciertos que quedaron abandonadas en la crisis por la pandemia.

De las £1.57 billones de libras que se destinaron a este fondo, solamente un proyecto relacionado a música electrónica tuvo amparo: Boiler Room.

¿Los demás? Quedaron flotando ya que según el gobierno, dichos venues y promotoras no representan un “valor cultural al estilo de vida del Reino Unido”, argumento que otros espacios destinados al rock, blues, punk y géneros de ese tipo, no recibieron ya que para los gobernantes del Reino Unido, esa es música que ya debería considerarse “clásica”.

Y en palabras del CEO de “Night Time Industries Association”, Michael Kill, por mucho que el mundo piense que “£1.57 billones de libras” es una cantidad “correcta” para ayudarlos, para las rentas, servicios y demás gastos que exige el gobierno para mantener a la monarquía, esto “nunca será suficiente”.