Pese a ser una de las bandas definitorias de la década de los ochenta, pionera en la fusión de música electrónica y rock; las bases de New Order no están cimentadas precisamente en el consentimiento.

El baterista Stephen Morris, el bajista Peter Hook y el guitarrista-vocalista Bernard Sumner, habrían sido felices con seguir siendo Joy Division. Ese sueño terminó en la primavera de 1980, cuando el icónico cantante del grupo de Manchester, Ian Curtis, se suicidó en la víspera de su gira inaugural por Norteamérica.

Aturdidos por el intempestivo fallecimiento de su líder, el trío siguió adelante, adoptando el nombre de New Order -acortado de “The New Order of Kampuchean Rebels”-. Inspirados por la floreciente escena de los clubes de Estados Unidos, en particular de la ciudad de Nueva York (que visitaron en el otoño de 1980), y con la ayuda de Gillian Gilbert, entonces novia de Morris (hoy esposa) en la guitarra y las teclados; el conjunto decidió darse una oportunidad.

Naturalmente, el primer esfuerzo discográfico de la banda, ‘Movement’ de 1981; guarda un honorable aire de reproducción de la melancolía característica de Ian Curtis; sin embargo, la determinación de la banda logró que su seguimiento, ‘Power, Corruption & Lies’ (1983), lograra romper las barreras de la comparación, dibujando un nuevo sonido para New Order.

Incorporaron elementos innovadores que ayudarían a dar forma no sólo a lo que se escuchaba en la radio, sino también a la música hacia la que gravitaba la gente en los clubes de todo el mundo. La evolución del grupo fue asombrosa y sentó las bases para los grupos que vendrían después de ellos. New Order demostró cómo adaptarse a las tendencias y, posteriormente, apropiarse de ellas, sin llegar nunca a estar en deuda.

A lo largo de las décadas, las leyendas del synthpop han introducido a menudo más guitarras a su sonido; se han separado y reunido unas cuantas veces; y superaron la salida de Peter Hook en 2007 para seguir siendo relevantes y confirmar su estatus como una de las bandas más influyentes en su género.

10. Waiting for the Sirens’ Call (2005)

‘Waiting for the Sirens Call’ supone el debut de Phil Cunningham en la grabación y la co-escritura con New Order, aunque ya había tocado en directo con la banda desde la gira Get Ready de 2001-2002.

Es el primer álbum de New Order grabado sin Gillian Gilbert, quien dejó la banda en 2001 para ser mamá. También fue el primero y único del conjunto en ofrecer una canción principal. Esto coincide con su tendencia actual de utilizar títulos de canciones que están en las letras de las mismas, una práctica que New Order rara vez hacía antes de su álbum ‘Get Ready’ de 2001.

Ciertamente se trata del esfuerzo menos cohesivo y aclamado de la banda. Suena forzado y formulista (en algunos tracks). “Dracula’s Castle”y “Krafty” pueden ser los temas destacados, pero flaquean en lírica. Y luego está “I Told You So”, que tiene un ritmo peligrosamente parecido a “La Macarena” de Los Del Rio.

9. Lost Sirens (2013)

‘Lost Sirens’ es el último álbum en el que participó el bajista Peter Hook, quien dejó la banda en 2007 (casi 6 años antes del lanzamiento del esfuerzo), y el único del grupo en ser producido a partir de grabaciones de archivo.

Las canciones incluidas en ‘Lost Sirens’ estaban pensadas originalmente para un material que se publicaría poco después de ‘Waiting for the Sirens Call’, pero las canciones se archivaron después de que Hook dejara el grupo en 2007, y el disco nunca se terminó como estaba previsto.

“Shake It Up”, “I’ll Stay With You” y “Hellbent” son temas destacados, a pesar de toda la agitación que rodeaba el funcionamiento interno de la banda en aquel momento. “I Told You So” de ‘Sirens’ está remezclada hasta el punto de que apenas se parece a la original.

8. Music Complete (2015)

Quizás porque hacía 10 años que no salía un álbum de estudio propiamente dicho del grupo, ‘Music Complete’ sonó sorprendentemente fresco y la ausencia de Peter Hook no dejó un hueco tan grande como muchos pensaban. Lo más notable es el regreso de Gillian Gilbert y la reincorporación de un sonido decididamente electrónico. Otro aspecto importante es la inclusión de vocalistas invitados: Brandon Flowers de The Killers, Iggy Pop y Elly Jackson de La Roux.

El arte de la portada fue sido diseñado por su colaborador de toda la vida, Peter Saville .

7. Republic (1993)

Con 20 años de retrospectiva, el baterista Stephen Morris le dijo a Noisey que ‘Republic’ fue “un disco muy, muy desagradable de hacer”. En ese punto de su carrera, Factory -su sello discográfico- estaba en una situación desesperada y ‘Republic‘ se hizo para aliviar la situación, mientras que las tensiones entre los miembros de la banda ya eran graves.

El clásico indie-disco “Regret” es el tema más destacado del elepé, sin embargo, muestra a la banda aferrándose a sus días de rave con resultados mixtos.

6. Get Ready (2001)

Tras pasar la mayor parte de los 90 en pausa o separados, New Order regresó en el verano de 2001, alejándose del sonido dance y cambiando el enfoque hacia lo que no habían hecho desde sus primeros días: la guitarra.

‘Get Ready’ se siente mucho más como un esfuerzo en conjunto que como algo configurado electrónicamente, evidente en la propulsiva “Crystal” y en “60 Miles an Hour”, ambas excelentes elecciones como sencillos. Las voces invitadas de Billy Corgan de Smashing Pumpkins (“Turn My Way”) y Bobby Gillespie de Primal Scream (“Rock the Shack”) no resultan intrusivas. Es una buena manera de construir un puente entre generaciones de oyentes.

‘Get Ready’ está dedicado a Rob Gretton, manager de Joy Division y New Order, quien murió en 1999. Peter Hook declaró que el título del álbum podía significar cualquier cosa o nada. “A mí me pareció bonito: New Order, Get Ready”.

5. Movement (1981)

Mejor visto como una instantánea de la transición de Joy Division a New Order que como un álbum de debut propiamente dicho; ‘Movement’ fue lanzado 18 meses después de la muerte de Ian Curtis, y la banda todavía estaba en el proceso de desarrollar una identidad propia.

En el momento de su publicación, el álbum no fue especialmente bien recibido por la crítica ni por el público, y sólo alcanzó el número treinta en la lista de discos del Reino Unido. Sin embargo, la recepción de la crítica en retrospectiva ha sido muy positiva.

La revista Slant lo situó en el número 42 de su lista de los “mejores álbumes de la década de 1980”, afirmando que “se sitúa casi exactamente entre el sonido post-punk de Joy Division y el estilo synth-pop que llegaría a definir a New Order y a influir en la música pop durante décadas”.

4. Brotherhood (1986)

En ‘Brotherhood’, la banda siguió explorando su mezcla de estilos post-punk y electrónico, y la lista de canciones se dividió conceptualmente en “lados de disco y de rock”. La primera cara es todo pop de guitarras, “Broken Promise”, “Weirdo” y la acústica “As It Is When It Was”; mientras que el segundo lado se desmarca desde el principio con “Bizarre Love Triangle”, un clásico del club.

Stephen Morris declaró que el disco “se hizo en una especie de estado de ánimo esquizofrénico en el que trataban de hacer un lado de sintetizadores y otro de guitarras”, lo que, en retrospectiva, declaró que “no funcionó del todo”.

La portada del álbum, creada por Peter Saville, es una fotografía de una lámina de aleación de titanio y zinc. Algunos de los primeros lanzamientos venían en una funda metálica.

3. Technique (1989)

Tras mudarse a la isla mediterránea de Ibiza en 1988, New Order se empapó de la conocida vida nocturna del lugar, especialmente de la explosión de la música de club baleárica.

Stephen Morris describió el sonido de los clubes de la isla como “una locura”.

Ponían un disco de acid y luego el siguiente era uno de Queen, era realmente esquizofrénico. Había algo muy español y luego algo muy tonto. Era una mezcla muy extraña, pero todo parecía tener sentido cuando estabas allí. No sé por qué. Quizá porque todos estábamos un poco locos.

Vía The Fader.

En lugar de dejarse intimidar por lo desconocido, permitieron que la experiencia influyera fuertemente en su sonido. Temas como “Fine Time”, “Mr. Disco” y “Round & Round” se convirtieron en éxitos de club instantáneos.

2. Low-Life (1985)

Ampliando la nueva ola dominada en su anterior álbum ‘Power, Corruption & Lies’, en ‘Low-Life’, cada canción aquí intenta superar a la anterior en términos de creatividad. El grupo se adentra en el house, el rock y más allá. “Love Vigilantes” es una maravilla con tintes folk, “The Perfect Kiss” es uno de sus puntos álgidos en cuanto a pop, y “Elegia” es una obra maestra experimental.

Este fue el momento definitivo en el que New Order se liberó de sus raíces en Joy Division, sin presentar prácticamente ningún rastro de su orígen ‘Low-Life’ se basa en todos los aspectos brillantes de su predecesor, y muestra una unidad completamente formada más que capaz de mantenerse por sus propios méritos

El material gráfico del álbum es el único lanzamiento de New Order que presenta fotografías de los miembros de la banda en su portada. El CD viene empaquetado con Stephen Morris en la portada, mientras que en el interior de la caja hay cuatro fotografías y un papel semi-transparente con el nombre de la banda, lo que permitía a los fans elegir qué miembro de la banda se veía a través de la funda.

1. Power, Corruption & Lies (1983)

‘Power, Lies & Corruption’ es el disco definitivo de New Order. Después de que el peso de las expectativas se disipara con ‘Movement’, el grupo pudo llevar su sonido y forma de componer a lugares nuevos y atrevidos. “Age Of Consent”, por ejemplo, presenta una de las mejores líneas de bajo; mientras que “5-8-6” guarda una clara influencia de “Blue Monday”.

Ofrece piezas más electrónicas que su debut de 1981, con un mayor uso de sintetizadores. Incluido en las listas de la industria musical de los mejores álbumes de la década de 1980 y de todos los tiempos, se trata de un clásico innegable.

El diseño de Peter Saville para el álbum tenía un código de colores para representar el nombre de la banda y el título del álbum, pero en realidad no estaban escritos en la funda original. El decodificador aparecía en la contraportada del disco y también puede verse en los sencillos “Blue Monday” y “Confusion” y en el álbum ‘From the Hip’ de la banda de inglesa de post-punk Section 25.

La portada es una reproducción del cuadro “Una cesta de rosas” del artista francés Henri Fantin-Latour.