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A pesar de que el año pasado vimos la llegada de enormes discos como Currents de Tame Impala, 25 de Adele, To Pimp A Butterfly de Kendrick Lamar, entre otros, la industria musical no logró sorprender al mundo con cifras deslumbrantes. De hecho, esta semana fue revelado un dato bastante inquietante sobre la manera en la que el mundo consumió música en 2015.

Por primera vez en muchos, muchos años, las ventas de discos pasados (es decir, álbumes que fueron lanzados 18 meses atrás o más) rebasó la venta de nuevos lanzamientos. No hay mejor prueba de que hoy más que nunca hay nulo interés en la música nueva que sale cada viernes. No importa si es el nuevo álbum de Pink Floyd, o el nuevo disco de Taylor Swift o incluso el nuevo de Kanye West.

Está claro que hoy hay más interés en la música que se hacía antes. ¿Los factores? Pues estamos seguros de que son muchos, pero en gran parte la culpa la tienen los servicios de streaming, los cuales nos ponen al alcance tanta música que es imposible valorar lo que hoy están haciendo los artistas.

Mira el gráfico de abajo; éste revela cómo ha disminuido cada año nuestro interés por consumir música nueva, y cómo en 2015 los discos “viejitos” vendieron más que los nuevos.

Vía Hypebot.