Eres talentoso, creativo, innovador y aún así, tu carrera musical parece no despegar. Tus padres dicen que si te haces músico –o artista en general– te morirás de hambre, y lo peor, sabes que posiblemente tengan razón. ¿Qué separa a los Jay-Z del planeta, del talentosísimo rapero que escuchaste en el transporte público hace unos días? A decir de Shaine Freeman, uno de los hombres más ocupados en la industria musical norteamericana, todo se reduce a una simple cuestión: no estás viendo la música como una carrera real, como un negocio.

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“Nos imaginamos grabando en los mejores estudios y de gira por el mundo, pero no nos damos cuenta que todas éstas cosas maravillosas son el resultado de transacciones comerciales”, comentó a la publicación Hypebot. “Aquellos que viven del trabajo de sus sueños, son los que se educan del lado del negocios de su sueño”, afirmó, “es algo que ves en muchos artistas: están dispuestos a gastar todo su tiempo y dinero en el lado creativo de su trabajo, pero olvidan que se trata de un negocio”.

Tiene todo el sentido. Una carrera en la música –o en cualquier otra arte– debe ser llevaba con la misma dedicación profesionalismo y lo que es difícil, practicidad con la que se llevaría cualquier otro negocio. No todo es corazón y “un barco de locos”.

Vía: Tonedeaf.com.au