Un día tristísimo para la industria musical pues la leyenda viviente del reggae dub, Lee “Scratch” Perry, falleció el día de ayer (30 de agosto) a los 85 años de edad, sin que hasta el momento se haya revelado la causa puntual de su deceso.
El Jamaica Observer informó que Perry había fallecido el domingo por la mañana en un hospital de Lucea. Al respecto, el primer ministro jamaicano, Andrew Holness, dijo a través de redes sociales.
–Mis profundas condolencias a la familia, amigos y fans del legendario productor discográfico y cantante, Rainford Hugh Perry OD, conocido cariñosamente como ‘Lee Scratch’ Perry.
Vía Twitter.
Productor de una amplia gama de artistas, entre ellos el legendario Bob Marley; la influencia de Perry atravesó, tiempo, espacio, nacionalidad y géneros musicales. Ganó fama tanto en Jamaica como en el extranjero, especialmente en Gran Bretaña, y fue aclamado por su inventiva producción, su habilidad en el estudio y su excéntrica personalidad.
Nacido el 20 de marzo de 1936 en la localidad rural jamaicana de Kendal; Perry dejó la escuela a los 15 años y se trasladó a Kingston en la década de 1960. Comenzó a vender discos para el sound system de Clement Coxsone Dodd a finales de los años 50, al tiempo que cultivaba su propia carrera discográfica.
En 1968 creó su propio sello, Upsetter Records. Su primer sencillo importante, “People Funny Boy” -una burla a Joe Gibbs de Amalgamated Records-, fue alabado por su innovador uso de la grabación de un bebé llorando, es decir, un sample temprano.
En 1973, Perry construyó un estudio en su patio trasero de Kingston, al que llamó Black Ark. El estudio dio a luz a innumerables clásicos del reggae dub. Experto en la superposición de ritmos y repeticiones, Perry se convirtió en un gran maestro del sampling, cuyo trabajo creó facilitó nuevos caminos para el futuro de la música.
Productor de varios discos de dub que marcaron un hito –Bob Marley, Max Romeo, Junior Murvin y The Congos, por mencionar algunos-; Perry fue clave para llevar la música jamaicana a la escena internacional, creando sonidos que perdurarían durante décadas.
A lo largo de su trayectoria profesional Perry fue un productor bastante solicitado, con el que grabaron artistas de la talla de Paul McCartney.
Siguió mezclando y publicando música con su banda, The Upsetters, pero empezó a sufrir mentalmente en la década de 1970. Entonces, Black Ark se deterioró y acabó quemándose; incluso, Perry afirmó que él mismo le prendió fuego a principios de la década de 1980.
Después, la leyenda comenzó a viajar y a vivir en el extranjero, y finalmente se instaló en Suiza durante un tiempo con su familia, y siguió siendo prolífico hasta el día de su muerte.