Durante la presentación de Foo Fighters en el Sprint Center de Kansas, Estados Unidos, Dave Grohl invitó al escenario a un niño de 10 años llamado Collier para acompañarlos a tocar la guitarra durante una canción.
Después de que Grohl le preguntara al menor qué canción sabía y él respondiera que conocía muchas de Metallica, Collier comenzó a tocar magistralmente el icónico riff inicial de “Enter Sandman” adueñándose del escenario. El vocalista, asombrado por lo que estaba sucediendo, alzó los brazos al aire y entonces el resto de la agrupación se unió a la melodía. Tras interpretar el primer verso del track que abre el álbum homónimo del grupo originario de Los Ángeles, el líder del sexteto de Seattle interrumpió el tema reconociendo que eso era todo lo que la banda sabía.
El líder del sexteto de Setattle le regaló su guitarra al chico de Kansas argumentando que podía hacerlo porque la gira estaba por terminar.
“Si veo esa mierda en eBay la próxima semana, te encontraré, Collier”, amenazó en broma el cantante.
