Cuando eres alguien como Metallica, el perfil de tu base de seguidores se hace tan diverso como el éxito que experimentas. Por eso no resulta extraño que hasta los asesinos se consideren fanáticos del conjunto de thrash metal, y mucho menos que uno de ellos se haya molestado al perderse la oportunidad de verlos… mientras esperaba su turno por la pena de muerte.
El guitarrista de Metallica, Kirk Hammett, reveló que el difunto asesino serial Richard Ramírez, alias The Night Stalker, era fan de su banda, y que Ramírez se sintió muy molesto cuando no pudo asistir al concierto del cuarteto en mayo de 2003 en la prisión de San Quentin, ya que, en ese momento, estaba en el ‘corredor de la muerte’ esperando su castigo por 13 asesinatos, 5 intentos de asesinato, 11 agresiones sexuales y 14 robos.
Hammett habló sobre Ramírez con NME a principios de esta semana. A la pregunta “¿Quién ha sido la persona más inesperada que ha resultado ser un fan de Metallica?”, el guitarrista respondió “Richard Ramírez”.
“Cuando tocamos en la prisión de San Quintín, él estaba en el corredor de la muerte y podía escucharnos”, reveló Hammett. “Los guardias que se encargaban de vigilarle dijeron que Richard Ramírez estaba enojado y que se paseaba por su celda porque no se le permitía vernos”.
“Les dio a los guardias su ejemplar de suscripción a una revista con nosotros en la portada y en la etiqueta del correo ponía: ‘Richard Ramírez, prisión de San Quintín’. Así que esa es mi pequeña aportación sobre Richard Ramírez. No es por glorificar al tipo: cometió crímenes horribles”.
Vía NME.
El año pasado, el director del vídeo de “St. Anger”, Emmett Malloy, habló con Metal Hammer sobre la experiencia única de rodar dentro de la Prisión Estatal de San Quintín en 2003.
“Tuvimos que firmar una política de no rehenes”, reveló Malloy, “lo que significa que los guardias no están obligados a rescatarte si te toma como rehén un preso. Exploré la zona de máxima seguridad antes del rodaje, que era como estar en El silencio de los inocentes, con la gente gritando pasajes de la Biblia”.
“Sabía que Richard Ramírez, estaba allí, y pensaba: ‘¿Por qué demonios estoy haciendo esto?’ Recuerdo que, durante el rodaje, un tipo desnudo me empujó para llegar a las duchas, así que eso fue otro golpe de realidad”.
“La banda sintió el peso del día, y nosotros también. Recuerdo que Lars [Ulrich], de antemano, tenía miedo de que lo identificaran como “El chico de Napster”, y yo le dije: “Amigo, ¡creo que estos tipos pueden tener preocupaciones más grandes que la piratería musical!”.
Vía Metal Hammer.