Cuando su clip “Video Games”, dirigido por ella misma, se convirtió en un fenómeno viral en YouTube a mediados del 2011; Lana Del Rey era un enigma. La canción dio lugar a uno de los debuts más controvertidos de cualquier artista en la historia reciente. Sea lo que sea que provocó dicha reacción -un personaje construido de forma autoconsciente, letras sombrías y melodramáticas, y una lánguida presencia escénica-, su música y arte se erigieron como algo genuinamente provocador.

Desde que irrumpió en 2012, todas las miradas están puestas en Lana Del Rey. ¿Es auténtica o una farsa? ¿Feliz o triste? ¿Una genio o un susurro del pasado?

Pocos colegas surgieron de una manera tan sólida como ella, y además, con un estilo a lo vintage tan reconocible como el de Elizabeth Grant. Para sus devotos fans, inspira un fervor casi religioso, como una suerte de Stevie Nicks contemporánea. Sin embargo, como cualquier otro artista en el juego durante una década, ha tenido sus éxitos y sus fracasos.

A pesar de todas las controversias, el arte de Lana ha perdurado. ‘Born to Die’ ha permanecido en la lista de álbumes del Billboard 200 durante casi una década, siendo el segundo disco más perdurable de la historia de una artista solista. Sin pretenderlo, se convirtió en uno de los principales catalizadores del cambio del pop de mediados de la década del 2010.

Influyó no sólo en sus contemporáneos, sino en la siguiente generación de estrellas pop de tendencia alternativa: Lorde, Halsey, Billie Eilish, Banks, Sky Ferreira, Father John Misty, Sia, Miley Cyrus, Selena Gomez, Taylor Swift y ahora Olivia Rodrigo; pero Lana Del Rey sigue siendo absolutamente inimitable.

Con 34 años de edad, Lizzy se ha convertido en una baladista generacional; sin embargo, ahora más realista. Ya no se define por las figuras trágicas que alguna vez habitaron sus canciones. Y aunque a menudo se le ha relacionado con algún arquetipo (hippie de los 60, cantante de jazz o icono de Hollywood); definitivamente la última década de la música pop no sería lo mismo sin ella.

Todos los discos de Lana Del Rey ordenados del peor al mejor

7. Lana Del Ray A.K.A. Lizzy Grant (2010)

El debut de Elizabeth Grant -lanzado bajo el nombre y el título de ‘Lana Del Ray’- es, en su mayor parte, sonoro y temático, acorde con el resto del catálogo de la cantante. Canciones como “Jump” y “Queen of the Gas Station” son más bonitas y brillantes que el material del debut de Del Rey en las grandes discográficas, ‘Born to Die’. La fatalidad y la pesadumbre impregnan casi todos los motivos de la artista, y estas canciones no son la excepción.

‘Lana Del Ray’ representa a una artista cuya personalidad cuidadosamente elaborada y cuyo sonido distintivo aún no se habían formado del todo, pero unas pocas canciones (“Raise Me Up” , ““Brite Lights”), sugerían los caminos que habría de tomar Lizzy.

6. Chemtrails Over the Country Club (2021)

La forma en que Lana Del Rey conecta diferentes canciones entre sí, incluso a través de diferentes álbumes es inigualable y en parte lo que hace que su trabajo sea tan envolvente.

Sus discusiones sobre las joyas en la canción que da título al disco enlazan con las menciones a las mismas en una versión de “For Free” de Joni Mitchell; y canta con cariño a su rancho cerca de Coldwater Canyon, que “a veces… se siente como su único amigo”, en “Tulsa Jesus Freak” y “Dance Till We Die”. Estos hilos cuidadosamente conectados hacen que el álbum parezca dialogar consigo mismo y con el resto del catálogo de Del Rey.

‘Chemtrails’, su álbum más desahogado desde el punto de vista creativo, se siente instantáneamente atemporal, y ha consolidado su lugar en el canon moderno.

5. Lust For Life (2017)

El cuarto álbum de Del Rey, ‘Lust for Life’, es una extensa contemplación de la estética de la cantante (inspirada esta vez en Woodstock) y sus diversas disonancias. Está fuertemente influenciado por el pop y contiene elementos de otros muchos géneros como ritmos de trap recurrentes, referencias al rock clásico, fondos orquestales “de tono sepia” y Del Rey cantando con cierta inspiración hip-hop.

La primera mitad combina signos de pop contemporáneo con elementos sonoros basados en varias influencias retro, hasta llegar a tres canciones, dos de ellas con A$AP Rocky, que acercan a Del Rey a un sonido contemporáneo como el que no había conseguido en años.

4. Honeymoon (2015)

El tercer álbum de Del Rey, ‘Honeymoon’, supuso un alejamiento de la instrumentación más guitarrera del anterior álbum de Del Rey, ‘Ultraviolence’, y un regreso al pop barroco de ‘Born to Die’ y ‘Paradise’. Desde el punto de vista lírico, el álbum aborda temas como el romance torturado, la amargura, la lujuria, el escapismo y la violencia.

En cierto sentido, es una extensión de ‘Ultraviolence’, de 2014, donde la fetichización (a veces irónica) de Del Rey de su propia sumisión romántica -o antirromántica- preferida se convirtió en una autoalienación.

3. Ultraviolence (2014)

La versatilidad de ‘Ultraviolence’ hilvano toda una serie de ritmos, incluyendo rock psicodélico, dream pop y desert rock, con algunos elementos de blues, soft e indie rock.

La primera canción del álbum, “Cruel World”, es la más larga del disco, con seis minutos y treinta y nueve segundos. Es un tema de ruptura, con guitarras de rock al estilo de los 70 y reverberación, y Del Rey la considera su canción favorita del elepé.

No hay un tema recurrente en ‘Ultraviolence’, es más bien atmosférico. Hay más bien un ambiente general. Siento que tiene una narrativa; comienza con mi canción favorita, llamada ‘Cruel World’, con estas guitarras pesadas y me gusta porque está refiriéndose simbólicamente a la Costa Oeste, y a partir de ahí nos movemos a partes de Brooklyn, sónicamente.

Lana Del Rey Vía 96.5 TIC FM.

2. Norman Fucking Rockwell! (2019)

La visión de Estados Unidos del artista neoyorquino Norman Rockwell (1894-1978) definió gran parte del siglo XX, con ilustraciones que a menudo mostraban una interpretación sentimental -algunos dirían ingenua- de la vida americana. Sin embargo, a pesar de su título paródico, ‘Norman Fucking Rockwell’ de Lana Del Rey no trastoca la noción idealista del sueño americano, sino que realiza un análisis del mismo.

Musicalmente, ‘Norman Fucking Rockwell’ presenta un sonido de rock suave consistente en jams de psych-rock y baladas de piano. La reinvención más completa hasta ahora de Lana Del Rey, que la convirtió en toda una trovadora del folk-rock.

1. Born To Die (2012)

Por mucho odio que haya podido acumular por su visión somnolienta y sarcástica del estrellato pop, Lana Del Rey surgió como una de las verdaderas historias de éxito de la década.

Ates del lanzamiento del álbum, Del Rey había llamado la atención con sus sencillos de 2011 “Video Games” y “Born to Die”, que contrastaban música electrónica/dance contemporánea con un sonido cinematográfico acompañado de instrumentos de cuerda dramáticos.

Un álbum de pop y trip hop predominantemente barroco; ‘Born to Die’ presenta musicalmente la misma composición cinematográfica. Las letras tratan sobre el amor, el sexo y las drogas, y presentan destacadas referencias a la América de los años 50 y 60. El álbum fue el quinto más vendido del mundo en 2012, y había desplazado más de 7 millones de copias en 2014.