Karen Marie Ørsted no es una cantante típica de Dinamarca y el lanzamiento de su disco debut tampoco lo es. Desde 2012, esta chica de ahora 25 años apareció con “Maiden”, un sencillo que la mantuvo presente y bajo la lupa durante todo el año siguiente; de ahí que con otros tres sencillos y el lanzamiento de su EP Bikini Daze, creciera la expectativa de quienes encontraron en su música la frescura de un pop danés nuevo y una propuesta diferente a voces de gente como Grimes, Katy B o Sky Ferreira.

A su disco debut lo tituló No Mythologies to Follow y aunque pareciera que su principal debilidad es que está lleno de canciones escuchadas desde meses atrás, es justo eso lo que logra solidificar el espíritu del disco. El recorrido que hace entre un synth-pop de avanzada y elementos extraídos del hip hop y la música de los años ochenta, complementa su voz y la manera en que con ella sobresale. “Never Wanna Know”, que inicialmente apareció en su EP y que ahora llega como un bonus track, es una buena referencia para entender de qué va el álbum, sobre todo en cuanto a los rangos y figuras de voz de la cantante.

Los profundos arreglos del disco pueden escucharse en “Red in the Grey”, una canción que muestra baterías electrónicas con estructuras simples pero determinantemente acomodadas y planeadas. “Pilgrim”, lanzada hace exactamente un año, por otro lado forma parte de los momentos en los que Karen presume más sus bondades a través de figuras, coros y niveles vocales que asientan su personalidad. Por eso, su voz y la forma en que nos la muestra es su principal arma al momento de entrarle a la prueba de fuego del primer disco. “Dust is Gun” por su lado recuerda a Lana Del Rey pero de la mejor forma, es una de las canciones más tranquilas de No Mythologies to Follow y sin duda una de las mejores.

Hay que decirlo, el elemento sorpresa en el disco debut de esta danesa se desvanece entre tanto adelanto. Definitivamente no estamos frente a un mal disco, sin embargo, nos hubiera encantado que canciones tan poderosas como “XXX 88” con Diplo involucrado, hubieran sido un cartucho que nos llegara más de golpe. A pesar de todo, sigue siendo terreno virgen (curioso que su sobrenombre signifique eso), canciones como “Slow Love” y “Glass” demuestran el talento vocal de Karen y un esfuerzo por demostrar que está a la altura de las expectativas.

No Mythologies to Follow habla mucho de lo que es Karen Marie Ørsted como compositora. La serenidad y la oscuridad que a cierto nivel empapa el disco, se siente como una especie de discurso personal que busca que volteemos a ver a su creadora como algo genuino. De lo que estamos seguros es que todas esas canciones que escuchamos desde hace meses, en conjunto con las novedades de su debut, marcarán el sonido del pop alternativo y de lo que surja durante este 2014.