Algunas preguntas llegaron en aquel momento en que Cut Copy anunció el lanzamiento de su nuevo álbum. Parte de las expectativas alrededor del cuarto disco del cuarteto formado por Dan Whitford, Tim Hoey, Mitchell Scott y Giselle Connor, se relacionan con aquellos éxitos de su In Ghost Colours que se volvieron himnos de las fiestas y los clubes hace cinco años. Pero, ¿qué pasa con su nuevo disco Free Your Mind? ¿Nos hace bailar como Cut Copy acostumbra? Sí. ¿Logra conseguir lo que la banda hizo hace años? Definitivamente no.

Si bien el punto no es comparar este nuevo trabajo con los pasados, hacerlo sirve de referencia para hablar sobre el nuevo sonido de Cut Copy y su regreso. Aunque Free Your Mind no decepciona a quienes esperan bailar con los sonidos adictivos y el dance-pop al que nos tienen acostumbrados, desafortunadamente no contiene aquellos grandes hits como “Lights and Music” o “Hearts on Fire” que tampoco lograron en Zonoscope.

Después de un intro y entre breves puentes de sintetizadores, canciones como “Footsteps” y “Meet Me in a House of Love” destacan como buenos momentos, sobre todo en la segunda donde la euforia protagoniza la melodía de principio a fin. Esa euforia es justo la que en gran medida hizo falta a lo largo del álbum. La dosis es buena, pero al tratarse de Cut Copy, nos hace falta un poco más.

“Let Me Show You Love”, por ejemplo, es una canción con un ritmo mucho más lento pero que no logra cautivar como “Walking in the Sky”, la penúltima canción del disco a la que le agregaron redobles de batería y cantos emotivos para llevar el disco al final. Y aunque los riffs de guitarra sobresalientes son mínimos en en este nuevo álbum de la banda australiana, si escuchan “In Memory Capsule” se darán cuenta que con ellos le inyectaron un espíritu distinto a la canción que parte el disco a la mitad.

Los puentes acompañados de sampleos de Pink Floyd, diálogos y sonidos de la naturaleza, le dan un concepto distinto a Free Your Mind en comparación con las discos anteriores. Suena más hiperactivo y como un esfuerzo de la banda por mostrarse más experimentales sin dejar las fiestas disco; desafortunadamente, no se trata de un trabajo que pasará a la historia en la carrera de los australianos.