Pocas cosas han sido tan controvertidas en la industria musical mexicana, como la incursión de Cristian Castro en el metal. Por allá del 2014, mientras promocionaba ‘Primera Fila’, su primer esfuerzo discográfico en vivo; Castro, baladista de profesión, decidió darle una oportunidad al género que realmente le eriza la piel con La Esfinge, una banda de metal alternativo.

Naturalmente, las reacciones entre el público y la prensa no se hicieron esperar, ridiculizando las ambiciones del cantautor capitalino, quien anteriormente ya había colaborado con Enanitos Verdes y Genitallica. Incluso, su inclinación hacia ritmos alternativos ya se percibía desde 1994 en su disco ‘Camino del Alma’, el cual incluye cortes “rockeros” como “No te vayas” y “Esa morena”.

“Si los rockeros pueden hacer baladas, ¿por qué los baladistas no podríamos hacer rock? Y creo que ésta sería la primera vez que un baladista formal, como yo, va a cruzar al lado rockero. Espero hacerlo de la manera más digna”– dijo el intérprete, haciéndole frente a la montaña de comentarios desafortunados que recibió.

Y es que, en diversas ocasiones, Castro ha confesado su admiración hacia agrupaciones como Soulfly, Coal Chamber, Machine Head, Static X, Black Sabbath y Tool; de estos últimos, inclusive, tiene un tatuaje de un símbolo fálico, en honor a Maynard J. Keenan y compañía.

A mediados del 2014, Castro empezó a trabajar en el álbum debut de La Esfinge, titulado ‘El Cantar de la Muerte’, que contó con la producción del 3 veces ganador del Grammy David Bottrill, responsable de éxitos de King Crimson; Dream Theater; Peter Gabriel y los propios Tool, por mencionar algunos.

En cuanto al concepto de La Esfinge, el intérprete de “Azul” desarrolló junto a Beto Cuevas (La Ley) un alter ego que marcara una línea divisora entre su facetas pop y metalera. Fue así que surgió el seudónimo de Lügh Draculea. A él se le unirían César “Vampiro”López, reconocido ex-guitarrista de Maná y Jaguares; además de Alexei Torres en la batería y posteriormente David Avilés, a la salida del Vampiro.

Tras ofrecer un par de presentaciones (¡cómo olvidar aquella polémica actuación en el festival Vive Latino 2014!); La Esfinge comenzó a reducir sus conciertos registrando poca o ninguna actividad en vivo entre 2015 y 2017.

En junio del 2018, según comunicaría Alexei Torres a través de su redes sociales, el grupo se encontraba en el estudio grabando lo que sería su segunda producción discográfica. Supuestamente se haría disponible en 2021; sin embargo, hasta la fecha, no hemos tenido nuevas noticias al respecto.