Es inconcebible que una banda se mantenga fiel al mismo sonido durante toda su carrera, sobre todo cuando llegan a hacerlo por más de una década. La experimentación y constante búsqueda de nuevos sonidos es lo que puede salvar a cualquier banda de convertirse en un monótono cliché que se repite a sí mismo una y otra vez. La experimentación es un gran mecanismo evolutivo para cualquier banda, pero en algunos casos también puede llevar a desastrosos resultados, tal y como sucede en Fool Metal Jacket, el nuevo disco de Os Mutantes.

La banda brasileña debutó ante el mundo a finales de los sesenta como parte del movimiento tropicalia, el cual combinaba elementos de la cultura y música brasileña con rock experimental y psicodélico. Durante este periodo Os Mutantes se convirtió en uno de los más dignos representantes de la música brasileña y en una banda con un sonido verdaderamente único. A finales de lo setenta se separaron y apenas regresaron a mediados de la década pasada. Utilizar la palabra “regresaron” suena un poco forzada, en realidad sólo algunos de sus integrantes volvieron a esta nueva encarnación de la banda y para el 2013 sólo queda un miembro fundador, el guitarrista Sergio Dias.

Un cambio tan radical en la alineación no pasa desapercibido y su último álbum pagó el precio. El disco abre con “The Dream Is Gone”, una derrotada balada sobre alguien sin hogar ni rumbo que suena a todo menos Os Mutantes. En momentos recuerda a Bruce Springsteen y en otros a power ballad de Mötley Crüe pero queda claro que ya no hay mucho de la banda que alguna vez conocimos. Llega la segunda canción y también es en inglés, algo muy extraño ya que la mayor parte de la música de Os Mutantes está en portugués. En este caso casi todo el disco está en inglés.

El idioma sólo es un reflejo de la crisis de identidad que embruja al grupo a lo largo del álbum. En “Fool Metal Jacket” se ponen tétricos y narran la historia de un soldado moribundo en algo que suena a una extraña imitación de Tom Waits, mientras que en “Ganja Man” hacen una incomoda incursión al reggae y al final en la segunda mitad del disco recurren a casi todos los clichés del rock progresivo. Os Mutantes trataron de experimentar con docenas de géneros y sonidos pero terminaron perdiéndose a si mismos en el proceso.

Afortunadamente existe una pequeña luz de esperanza en el disco titulada “Eu Descobri”. Una lenta canción con fuertes influencias del bossa nova que además se da espacio para experimentar con sintetizadores y diferentes instrumentos de viento. Es todo lo que representa Os Mutantes, pero tristemente es la única canción del álbum que lo refleja. Fool Metal Jacket es una extraña crisis de identidad que aterra porque nos recuerda que en cualquier momento podemos olvidarnos quién somos.