“Nunca hemos estado en la Ciudad de México, de hecho, ni siquiera en este viaje”, así comenzó la breve plática con Ra (Raphaelle Standell-Preston) y Alex “Agor” Cowan; la pareja canadiense que forma Blue Hawaii. A este par los conocí durante el Carnaval de Bahidorá, horas antes de que subieran al escenario para transformarse en espíritus de la naturaleza y volver loca a la gente. Cuando platicamos todavía no tocaban en el Cine Tonalá, cosa que sucedió el pasado 4 de marzo.

“Estuvimos en el sur de México, no podía esperar a regresar”, comentó Ra.

“Lo curioso es que justo en Canadá, ahorita estamos en pleno invierno, entonces salir nos hace muy bien, y más a estos climas que son todo lo opuesto”, continuó Alex. “Vi fotos de este lugar (el Parque Ecológico Las Estacas) y fue como ¡wow!, es en medio de un parque y hay un lago. Se las enseñé a mi papá y me dijo que estaba increíble”.

FotoxDaniel Patlán

Antes de llegar a México, Blue Hawaii estuvo en Rusia, donde tuvieron un gran problema: “Perdí todos mis papeles”, nos cuenta Ra, “mis identificaciones, todo. La pasé muy mal en Moscú esos días. Le conté a un amigo que vive acá en México sobre todo esto y le decía que después de todo lo que había vivido, era increíble estar aquí”. “Además México es mucho más sencillo que Rusia, entendemos español e incluso podemos hablar un poco, nos podemos mover libremente” agregó Alex. “Allá tienes que tener un papel que diga con quién estarás, quién cuidará de ti, en qué lugares te moverás, es muy incómodo” concluyó Ra.

Les pregunté que cómo vieron a Rusia previo a los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, tenía mucha curiosidad. Desde que todo el conflicto con Pussy Riot se hizo mediático, mi opinión sobre ese país ha cambiado mucho (y pensar que estuve a punto de irme a estudiar ahí…). Ra recordó lo vivido semanas antes y nos compartió su experiencia: “Estuvo padre, había muchísima más seguridad que en fechas normales. Cuando íbamos a la embajada había muchos autos que eran interrogados por la policía. Todas las calles estaban llenas de policías. Rusia es un lugar raro, es muy bonito, pero raro y difícil”.

Un tema recurrente en las visitas de grupos extranjeros a México es la diferencia de altitud, pero para Blue Hawaii no es nada que no vivan en Canadá, sobretodo para Alex: “Yo vivo en las montañas y estoy acostumbrado a subir y bajar, así que por mi no hay problema. Mi papá tiene una avioneta que seguido usamos, nos subimos para ver los paisajes, es algo regular en mi vida. Se copilotear, pero nunca he piloteado yo solo. Lo más complicado es aterrizar el avión, mantenerlo derecho y firme no tanto”.

Me lo imagino perfecto. Ambos son de tez muy blanca, cuando los conocí me imaginé saludando a dos hombres de hielo, no por su frialdad como personas, sino por su geografía (tanto corporal como territorial). La plática nos llevó a sacar el tema un par de veces, y yo lo hice una tercera: su música. Desde la primera vez que escuché Untogether de Blue Hawaii (sin saber que era la misma voz que me gustaba en Braids), sentí una dualidad extraña. Por momentos sentía que era música muy fría, pero a lo largo del disco, sentía la necesidad de abrazar a alguien (tal como su portada) o bailar muy lento pegadito con alguien. En el lugar en el que nos encontrábamos había todo menos frío, ¿cómo sería el show de Blue Hawaii de esa noche?

“Cada vez que tocamos probamos cómo está la energía de la gente y del lugar, después vemos de qué tienen ganas y con base en ello les damos lo que quieren. Si los vemos con ganas de bailar muy duro, llevamos las canciones hacia ese lado, mas como DJ set, y si quieren algo más suave también lo podemos hacer, siempre es un show especial para el público”, me cuenta Ra muy emocionada, ya que no tienen idea de cómo reaccionará la gente. Al momento en que platicamos, Bomba Estéreo está arriba del escenario y la gente está vuelta loca, bailando, brincando y sudando.

FotoxDaniel Patlán

Alex remata el comentario de Ra: “Empezamos casi siempre igual, con nuestras canciones, aunque siempre se convierten en algo más”. Ra continúa. “Sí, aunque empecemos así las vamos modificando en la marcha, como haciendo pequeños remixes propios”. “Tenemos las lineas básicas de cada canción pero todo lo demás es inesperado muchas veces, improvisamos mucho”. Alex se muestra igual de emocionado que Ra con el tema, al parecer el show será todo un éxito. “Tenemos secciones que siempre son las mismas, nos sirven de guía, pero Ra incluso cambia las letras de algunas canciones durante el set”.

Ya que hablábamos de la improvisación y los shows en vivo, les pregunté sobre la catarsis que muchos artistas viven arriba del escenario, el cómo se transforman y pueden liberar sus demonios y temores. No para todos es igual, para Ra de 24 años es una cuestión de la edad: “Siento que todavía tengo mucha reservas aún de lo que puedo hacer arriba del escenario, no me siento tan confiada como me gustaría. Estoy trabajando en ello, siento que cuanto crezca se irán y seré super salvaje arriba”. Sin embargo, para Alex de 26 es diferente: “Yo me conecto mucho y me pierdo un poco en mi máquina de sampleos y en la música, me clavo demasiado. Hay un limite, como vocalista puedes ponerte mucho más loco… Yo tengo mi propio mundo y me gusta, puedo ser yo realmente durante el set en vivo”.

Ra lo apoya: “A veces Alex se mueve mucho más de lo que lo hago yo, si estoy teniendo una mala noche, el siempre la salva y se cuelga el show en sus hombros”.

Así termina mi plática con el dúo canadiense que se presentó en el Carnaval de Bahidorá y que será parte también del festival Nrmal Monterrey.

FotoxDaniel Patlán