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En enero de este año, Justin Bieber, el chico más malo de todos los chicos malos, fue acusado de vandalizar la casa de un vecino (arrojarle huevos). Ahora, por fin ha caído sobre él la fría garra de la justicia, pues Bieber ha sido sentenciado a pagar $80,900 dólares en daños y cumplir con dos años de libertad condicional. Este veredicto se dio hoy por la tarde en una audiencia a la que Justin decidió no asistir, suponemos tenía algo más importante que hacer… jugar Xbox, por ejemplo.

Además de tener que pagar por los daños, Bieber deberá cumplir con cinco días de servicios comunitarios y 12 semanas en un programa para manejar su ira, que mucha falta le hace pues este caso se une a un largo historial criminal, el cual incluye un cargo por manejar bajo la influencia de la marihuana en Florida y otro más en Toronto, Canadá, por un accidente automovilístico que terminó en golpes.

Y, ¿qué piensa Justin Bieber de todo esto?

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