Bien dicen por ahí que no hay que juzgar a un libro por su portada y, en el caso de James Hetfield, el reconocible líder de Metallica, este dicho popular se convierte en una auténtica realidad.

De aspecto duro y solitario, Hetfield, a sus 28 años de edad, se permitió bajar por un momento la guardia y vulnerarse sobre los traumas de su infancia en ‘The Black Album’ (1991). Particularmente en los cortes “The Unforgiven” y “The God That Failed”.

Hetfield creció en un hogar de la Ciencia Cristiana, en el que toda la ciencia médica estaba restringida en favor de la oración.

“De niño me resultaba muy extraño que me criaran en esta religión y que no pudiera asistir a ciertas clases de salud en la escuela. Sacaban sus libros de salud y se suponía que no debía aprender sobre el cuerpo porque ‘esto es sólo una cáscara para tu alma’ y todo eso”.

Vía Loudwire.

Con la creencia de que Dios sanaría el cuerpo y los protegería de enfermedades y lesiones, la madre de Hetfield rechazó el tratamiento cuando enfermó de cáncer. Esta decisión acabó provocando su prematura muerte cuando James aún estaba en la escuela. Como su papá había abandonado la familia años antes, James se quedó repentinamente sin ninguno de sus dos padres.

Avanzando rápidamente hasta las sesiones del ‘Black Album’, Hetfield se abrió sobre el trauma de su infancia para crear “The God That Failed” y “The Unforgiven”, en una entrevista con Guitar Center.

“Soy yo contándole al mundo sobre mí cuando no puedo hacerlo por mí mismo”, dijo Hetfield sobre ‘The Unforgiven’. “La música era la voz que no tenía. Tenía mucho miedo de todo… miedo del mundo, miedo de hablar. Era un niño muy, muy tímido. La música era una forma de hablar”.

Vía Guitar Center.

En cuanto a “The God That Failed”, la letra de Hetfield pinta una imagen del sufrimiento de su madre yuxtapuesto a su fe eterna en Dios. “Oigo la fe en tus gritos / Rota está la promesa, la traición / La mano sanadora retenida por el clavo profundizado / Sigue el dios que falló”.