Los paparazzi siempre han creído que tienen el derecho de entrometerse en la vida de los famosos. Que por ser figuras públicas éstos tienen que aguantar sus excesos, el ser perseguidos en cualquier lugar por una cámara, y que tienen la obligación casi moral de sonreír aunque su intimidad sea violentada.

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Es claro que muchos fotógrafos viven, literalmente, de vender imágenes de famosos en situaciones “cotidianas” o escandalosas, y que si no lo consiguen, seguramente serán despedidos del medio en el que trabajan.

Dos lados, dos realidades irreconciliables, aparentemente.

Una noche cualquiera Iggy Azalea sale a comprar huevos a su supermercado de confianza en Los Ángeles, y se encuentra con un fotógrafo que la persigue… y entonces empieza la pelea. Gritos, mentadas de madre, “ojalá que tengas ébola, ojalá que te mueras”, vocifera la estrella australiana. “Eres famosa, estás en un lugar público y vives en Los Ángeles, te aguantas”, decía el fotógrafo.
Entre amenazas de atropellar con su carrito de súper al paparazzi por parte de Azalea, y un par de escupitajos de su amiga al “periodista”, este video vuelve a poner la pregunta en la mesa… ¿Quién tiene la razón?

Vía: Complex.