Tienes una banda. Sabes que deberías estar cobrando, que deberías estar abriéndote un camino y aceptando buenas oportunidades, sin embargo y por alguna extraña razón, esto no sucede y te desanima el pensar que nunca llegarás a la cima si sigues aceptando shows gratuitos, en venues pequeños y hasta en casas de amigos.

¡Hey! No te preocupes. ¿Sabes quién se sentía igual que tú hace 64 largos años? ¡Elvis Presley!

Hoy, hace 64 años, el eventualmente considerado “Rey del rock n’ roll” se presentó por primera vez con rider, catering y hasta un cheque de por medio en el Overton Park Shell ubicado en Memphis, Tennessee.

¿Antes de eso?

Elvis solía tocar en eventos locales donde daba a conocer su música y él debía portar prácticamente su propio equipo (¿te suena familiar?).

Desde eventos infantiles hasta shows casi gospel para gente de edad avanzada. La onda de Elvis previo a su llegada a la cima, fue igual de dura y difícil que la que tú, como músico, probablemente estés teniendo hoy en día.

Pero bueno, ¿por qué vale la pena recordar este show?

Porque incluso en esta ocasión tan memorable, el entonces primerizo rey del rock, se encontraba siendo telonero del músico Slim Whitman, un compositor e intérprete de música country cuya oportunidad, ofreció a Elvis su primer show “profesional” con equipo de alto calibre y frente a un amplio público que de primera instancia, quedó maravillado por la apariencia y edad de Elvis quien a sus 19 años de edad, ya portaba ciertos movimientos propios de la música negra (dígase esos alocados pasos de baile al momento de tocar) y esa rebeldía innata que se desprendía de su voz.

¿Fun Facts de este show?

¡Escribieron mal su nombre! Si pones atención al flyer, notarás que en vez de “Elvis” el fluer dice “Ellis” y además, dado a que los demás teloneros eran aún más pequeños, sólo él y Billy Walker fueron incorporados al mismo debajo del “gran” SlimWhitman.

El show inició a las 8 de la noche un 30 de julio de 1954. Los históricos rumores dicen que aquel paso de hacer temblar sus piernas al ritmo de la música, no fue sino un error propio de estarse muriendo de los nervios al estar frente a tantas personas con niñas gritando y emocionándose por ver a un tipo tan joven y bien parecido desenvolverse en el escenario.

Recordemos aquel memorable primer show profesional de Elvis con estos dos extractos de aquella épica noche: