En octubre de 1996, los Héroes del Silencio anunciaron su separación temporal. Dejaban la carretera por lo menos durante dos años. O eso dijeron entonces.

Necesitaban tiempo para vivir otras experiencias y emprender nuevos proyectos. Con el tiempo, aquella separación indefinida se convertiría en definitiva. Tanto así, que hubo que esperar 11 años para verlos juntos sobre el escenario en una gira de diez únicos conciertos, que no supuso un retorno como banda en activo. 

A efectos prácticos, la carrera de Héroes del Silencio acabó durante la colosal gira Avalancha en 1996. Desde julio de 1995 hasta octubre de 1996, ofrecieron 152 conciertos entre Europa y América. Desafortunadamente, se convirtió en un infierno para todos los implicados.

La versión de Juan Valdivia

Antes de concluir el tour, y durante una rueda de prensa celebrada en Lima, los Héroes del Silencio comunicaron su separación temporal. Fuera de su entorno, la noticia resultó impactante, pero con el tiempo llegaron trascendieron algunos de los motivos que llevaron a tal situación.

Las discrepancias musicales, sobre todo entre Juan y Enrique, les llevaron a un distanciamiento, y éstas se convirtieron después en diferencias personales.

En entrevista con el suplemento cultural de El País, Juan Valdivia, desde su casa en Zaragoza, España, ofrece su propia versión de los hechos.

Asegura que la ruptura -teórica- de los Héroes ocurrió en una habitación de hotel en Tijuana, Mexico, un 10 de febrero de 1996. Enrique convocó sorpresivamente a sus tres compañeros y les leyó dos folios escritos por ambas partes.

En el documento, imponía cuál sería el rumbo que la banda seguiría a partir de aquel momento.

El lenguaje era imperativo, introducido con ‘a partir de ahora’ o ‘debemos’. No habría guitarras eléctricas, las canciones serían cortas, era obligatorio investigar con las nuevas tecnologías… Juan Valdivia, el guitarrista, se levantó y se marchó.

Vía El País, 2021.

Valdivia, ahora con 55 años de edad y retirado de la música comercial; no es muy afecto a dar entrevistas. Lo hace en esta ocasión en favor del lanzamiento de Héroes de leyenda (Penguin Random House), la historia del grupo documentada por Antonio Cardiel, escritor y hermano del bajista de la banda, Joaquín Cardiel.

Cardiel cuenta a través de 500 páginas la gestación, la gloria y la decadencia de Héroes del Silencio gracias a testimonios privilegiados, menos el de Enrique Bunbury, por supuesto.

Me ha llevado tres años. Además de muchas horas de entrevistas con los tres héroes [el guitarrista Juan Valdivia, el baterista Pedro Andreu y el bajista Joaquín Cardiel].

Cuento mi propia experiencia. Yo era el hermano del bajista. Compartí muchos momentos con ellos, estuve en los camerinos, salimos de copas.

La versión de Enrique Bunbury

Me doy cuenta de que cada vez me aíslo más en el autobús, en las decisiones que tomo junto a Tomás, Claire, los abogados, Rafael Gil, Ochaíta… en los camerinos, en las pruebas de sonido.

(…) La verdad es que no me veo formando una banda tipo los Rolling Stones, que dure una eternidad, soy un culo inquieto, necesito movimiento.

Diario de Enrique Bunbury.

La tendinitis crónica que sufría Juan Valdivia, los problemas en la garganta de Enrique Bunbury, el cansancio, y las diferencias entre los dos egos principales del conjunto; acabarían por hacer mella en el estado anímico de la banda.

Y pese a no verse “formando una banda que durase una eternidad”; Enrique todavía tenía algunos ases bajo la manga para no tirar la toalla con los Héroes del Silencio. Sin embargo, sus compañeros no compartían el mismo sentimiento que él.

A veces, lo he de reconocer, me aburro y me deprimo al ver el cansancio de los demás.

He dicho varias veces en voz alta lo corta y descansada que se me ha hecho esta gira. Sin embargo veo a Pedro cansado, a Juan con ganas de terminar, a Joaquín que no vive sin su media naranja. Sólo Alan coincide conmigo en la apreciación.

Diario de Enrique Bunbury.

Enrique ya había planificado cómo afrontar las próximas giras de los Héroes del Silencio para sacarles el máximo provecho: Pequeños tours de club para abrir nuevos mercados; conciertos en ciudades europeas clave donde el grupo ya funcionaba; limitarse a las ciudades españolas más importantes para evitar las provincias.

La idea es acabar las giras del álbum en seis u ocho meses, máximo un año, teniendo entonces más tiempo para componer, pudiendo sacar los álbumes más seguidos.

Diario de Enrique Bunbury.

Empero, las presiones cotidianas de la gira empezaron a permear en el vocalista y la semilla germinó. El punto de inflexión se produjo en un concierto en Sevilla, el 5 de diciembre del 1995.

Ayer fue el concierto de Sevilla en el que me escupieron. Abandoné el escenario, volví, nos aplaudieron, me cambié rápidamente en el camerino, y me fui al autobús. Desde entonces, no he levantado cabeza. Estoy de mala baba. No soy feliz.

Diario de Enrique Bunbury.

Un año más tarde, Bunbury reconocería que Sevilla fue el principio del fin para los Héroes del Silencio: “Fue después del concierto de Sevilla, el 6 de diciembre del 95, cuando empezó a gestarse este nuevo álbum [Radical Sonora], aún sin ser realmente consciente de ello hasta mucho después”, declararía el cantante a la revista mexicana Retila en 1997.