Los trabajadores de Starbucks de la CIA… sí, porque la CIA tiene su propia sucursal, no escriben los nombres de sus clientes en los cafés. ¿Por? La identidad de todos sus clientes es vital y no puede ser revelada a nadie. ¿No vieron Misión Imposible? Pff. Y aunque no lo crean, este Starbucks es uno de los más ocupados del país. Analistas, agentes, economistas, ingenieros y geógrafos entre otros, son los que a diario se forman para una enorme fila que pareciera no tener fin. Y todo para un café.
Los que atienden en el local pasan por entrevistas rigurosas y por una investigación a su pasado. Son escoltados luego de terminar su labor. Aquí olviden los premios por ser cliente frecuente porque se cree que la información que se almacene podría ser capturada y caer en manos equivocadas y revelar secretos de sus agentes
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“Dar cualquier nombre, alias o lo que sea hacer sentir a la gente, ya saben, a los agentes secretos, sentir muy incómodos”, contó un supervisor del servicio de comida de la CIA.
El manager del lugar dice que “tienen una misión especial”, la cual es ayudar a humanizar el ambiente de los empleados, quienes trabajan bajo mucha presión en oficinas sin ventanas y no pueden checar siquiera, sus smartphones. ¿Qué? Sí, tienen que dejarlos en sus coches.
Este Starbucks es también lugar de muchas entrevistas de trabajo para agentes que quieren cambiarse de área dentro de la CIA, como del área de contraterrorismo a una de ámbito de armas nucleares. “El café va bien con esas conversaciones”, dijo uno de los oficiales.
Para que se den una mejor idea, el jefe del equipo que encontró a Osama Bin Laden, reclutó a su ayudante en esa sucursal.
Los baristas que ahí trabajan dicen que si perciben que alguien hace muchas preguntas, entonces tienen que dar aviso”, según confirmó el supervisor. Si se quejaban de que no escribían bien su nombre, aquí olvídenlo. Son nadie, un cero a la izquiera, un fantasma… son nada.