Sufrir de depresión clínica es probablemente una de las torturas más lentas, crueles e invisibles que puedan existir.

El vacío, el silencio y los inevitables momentos de arrebato psicológico en el que de pronto nada tiene sentido, valor o importancia, son tan sólo ingredientes de un platillo que se cocina y cocina durante años y que, eventualmente, se sirve en el inevitable plato del suicidio.

Hace dos años casi me sirvo un plato. Hace un mes estuve cerca de hacerlo.

Y dentro de la lucha encuentras amigos, palabras, apoyos y demás soportes que te mantienen de pie, pero si tú has vivido esto y estás leyendo esto, sabes perfectamente lo que se siente el despertar por las mañanas, abrir los ojos y sencillamente no poder levantarte. No poder caminar. No poder encontrar la fuerza en tus brazos para levantar tu cuerpo, y no poder reunir energía en tu abdomen para salir de la cama.

Nada parece importante, nada parece suficiente.

Y entonces entre todas las cosas externas que aparentan ayudarte, descubres que la música fue, es y probablemente seguirá siendo tu único apoyo.

Y yo, hace un mes, regresé a ese momento de mi cabeza en el que me sentí tan mal de no poder dar de vuelta ese mismo amor que recibía de mis amigos y, ahora ex-pareja, que me encerré y me distancié de todos.

¿Y dónde me refugié? En la música.

En los audífonos, en canciones, en dejar de escuchar lo mismo y dejar que lo aleatorio decidiera.

Y en esas pequeñas búsquedas desganadas me topé de nueva cuenta a Her’s, un proyecto conformado por Stephen Fitzpatrick & Audun Laading, quienes son originarios del Reino Unido y comenzaron sus primeros pasos en Liverpool.

Con un LP a su nombre y un muy reciente disco, este hermoso dúo conformado por dos grandes amigos, me ha acompañado en momentos dificilísimos en los que de verdad, creí no podría librarla.

“What Once Was”, en medio de un tornado de sentimientos, culpas, reencuentros y revelaciones, me tomó de la mano y me salvó del suicidio.

“I guess I knew this would happen to you… Inside I did, but I refused to know the truth”

Por primera vez en mi vida, sentí como que una canción no se la “cantaba yo” a alguien, sino a mí mismo. Era como un recordatorio de que bajé la guardia en mi batalla contra este maldito trastorno mental y dejé la terapia y toda clase de ayuda.

“Please don’t let go when you’ve had enough…”

Todo, de alguna forma, lo relacioné a eso. A no rendirme, a seguir adelante, a aceptar los errores pero valorar los triunfos. A que la gente no son centro de rehabilitación, a que no es responsabilidad de mis amigos buscar mi bienestar, sino mía y sólo mía. Y eso me mantenía vivo, me mantuvo despierto y me mantuvo de pie.

Hoy, 28 de marzo, siento como si un gran apoyo se me fuera de mi lado.

Tras haber realizado algunas de las fechas de su tour por los Estados Unidos, Stephen & Audun sufrieron un accidente automovilístico en la carretera rumbo a Santa Ana, California.

El accidente, fue tan aparatoso que tanto Stephen, como Audun y su tour manager, perdieron la vida al instante.

Después de más de tres años de carrera y ser una de las bandas más infravaloradas en el escenario independiente (y también dentro del de sellos no tan grandes), Her’s pasará a la historia como una de las bandas más importantes de la nueva escena en Liverpool.

6 meses más y hubieran sido ese proyecto del que todos hablan.

6 meses más y hubieran sido esa banda que aparece en memes.

6 meses más y quién sabe, quizás hubieran podido conocer a las cientos de personas a las que salvaron de sus propios demonios a través de su música.

Hoy despedimos a unos grandes músicos que pudieron haber sido leyenda. Hoy despedimos a una banda que nos dejo tanto en tan poco tiempo. Hoy despedimos a Her’s.

Descansen siempre, Stephen & Audun.