Gojira ha respondido a las críticas de que su actuación en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024 fue “satánica”.

Los íconos del heavy metal francés ofrecieron un número explosivo durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024 el viernes pasado (26 de julio) junto a la cantante de ópera experimental Marina Viotti.

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Etiquetan de “satánica” la actuación de Gojira en los Juegos Olímpicos

Durante el segmento, el líder Joe Duplantier y compañía interpretaron “Ah, Ça Ira!” (que se traduce como “Todo estará bien”), una canción popular durante la Revolución Francesa, en un segmento titulado “Liberté” (en referencia al famoso lema de Francia, “Liberté, égalité, fraternité”).

Inspirados en la decapitación de María Antonieta durante la Revolución Francesa, así como el énfasis de la nación en la libertad; Gojira se convirtió en la primera banda de metal en actuar durante una ceremonia de apertura olímpica.

Sin embargo, aunque la gran mayoría de los espectadores pareció amar el segmento y lo compartieron en redes sociales, algunos la etiquetaron de “satánica”.

Esto se debió, en parte, a que Gojira apareció al costado de un castillo rodeado de fuego y ráfagas de serpentinas rojas para representar la sangre, y Viotti apareció más tarde en un galeón en movimiento.

Su actuación siguió a una parte dedicada a ‘Los Miserablesy se produjo justo después de que se mostrara a una María Antonieta decapitada cantando.

Ahora, el líder ha hablado sobre las afirmaciones y ha confirmado que tanto la banda como la actuación no tuvieron nada que ver con el satanismo.

“Es el encanto francés”, Joe Duplantier sobre su actuación en los Juegos Olímpicos

“No es nada de eso”, dijo Duplantier a Rolling Stone, “es historia francesa. Es el encanto francés, ya sabes, gente decapitada, vino tinto y sangre por todas partes; es romántico, es normal. No hay nada satánico”.

Continuó recordando cómo el país se enorgullece de haber cortado los lazos de la religión con el gobierno.

“Francia es un país que hizo una separación entre el estado y la religión durante la revolución. Y es algo muy importante, muy querido para la fundación de la Francia republicana. Lo llamamos laicidad. Es cuando el estado ya no es religioso, por lo tanto es libre en términos de expresión y simbolismo”.

“Todo es cuestión de historia y hechos”, agregó. “Nosotros no miramos demasiado de cerca el simbolismo en términos de religión”.