Fue durante el FLY Open Air Festival celebrado el pasado 18 y 19 de mayo en la ciudad escocesa de Edimburgo que la organización tomó una de las decisiones más concluyentes y radicales de nuestros tiempos: Prohibió el uso de teléfonos celulares durante sus shows en el escenario Boiler Room.
Así es, frente al miedo/desagrado/negación de los usuarios en experimentar un concierto en vivo sin Instagram Stories o Facebook Live, FLY Open Air Festival importó desde Estados Unidos cerca de 8,000 compartimientos especiales para que todos sus visitantes dejaran bajo llave sus teléfonos móviles, para después, recogerlos al concluir el evento.
Sobre la drástica medida adoptada, Tom Ketley, director del festival, le dijo al diario británico Metro:
“No irías al cine y verías la película a través de tu teléfono, por lo que no veo cómo esto es diferente.
La música dance se está volviendo más popular dentro de la cultura juvenil, y cada vez más y más jóvenes se están volviendo adictos a sus teléfonos. Significa que la gente está viendo todo el show a través de sus pantallas“.
“Sentimos que no había otra manera de hacer esto que no sea tomar una acción bastante drástica. Si pegás stickers sobre las cámaras de las personas, simplemente las quitan“, puntualizó.
Esta es la primera vez que un festival en Reino Unido prohibe de manera total el uso de teléfonos celulares en sus shows.