El consumo de comida rápida y comida chatarra es un problema mundial de salud pública. No gran ciencia detrás del problema de obesidad que hoy tienen muchos países, como los EE. UU. y México, solo por no irnos tan lejos.

De unos años a la fecha, siempre escuchamos los problemas que ocasiona el consumo de la famosa fast food, y más en los niños, quienes están más expuestos a las negativas consecuencias de este nocivo hábito. La situación no ha cambiado, de hecho, ha empeorado.

Un grupo de expertos en la materia de la Universidad de Ohio se hizo la pregunta, “si la comida basura afecta el cuerpo, ¿qué le hace a la mente?” Para responder esta pregunta, analizaron y siguieron los hábitos alimenticios de casi 12,000 niños entre los 10 y 13 años de edad.

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Los resultados que arrojo este estudio revelaron lo que podría ser la peor consecuencia del consumo de fast food: pérdida de rendimiento escolar de hasta el 20% comparado con los alumnos que siguen dietas más saludables y balanceadas.

Lo más impresionante, es que esta caída en el desempeño escolar difícilmente se puede revertir, y se ha encontrado que estos alumnos enfrentan problemas futuros, derivados de sus hábitos alimenticios.

¿Preocupante? Para nada… ¡Alarmante! Ahora, el problema no solo está en el peso de los niños, está en su desempeño escolar, su futuro académico y, en consecuencia, profesional.

No exageramos cuando decimos que el futuro de un país está, en gran parte, en la alimentación de sus niños.

10 Disgusting Fast Food Secrets

Vía: SAGE Journals